En menos de 15 días, el riesgo de país aumentó más de un punto y llegó a 7,95% al 27 de mayo anterior. La calificación, ligada a las aprobación de reformas en materia macroeconómica y política del actual Gobierno, ha tenido alzas todo el año, con un leve respiro en marzo e inicios de abril.
Sin embargo, el pasado 16 de mayo registraba 6,91% y siguió bajando en los siguientes días.
El riesgo país es el índice denominado Emerging Markets Bond Index Plus (EMBI+) que mide el grado de “peligro” que entraña un país para las inversiones extranjeras
El EMBI está calculado por la firma JP Morgan Chase. Es la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países subdesarrollados, y los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que se consideran “libres” de riesgo.
Este diferencial (también denominado spread o swap) se expresa en puntos básicos (pb). Una medida de 100 pb significa que el gobierno en cuestión estaría pagando un punto porcentual (1%) por encima del rendimiento de los bonos libres de riesgo, los Treasury Bills.
Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto, por lo tanto el spread de estos bonos respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos es mayor. Esto implica que el mayor rendimiento que tiene un bono riesgoso es la compensación por existir una probabilidad de incumplimiento.
A nivel latinoamericano, la peor posicion la tiene Venezuela con más de 339 pp, seguido de El Salvador (23,36) y Argentina (19). Ecuador supera el 8,09% y Honduras 7,95 puntos porcentuales.
El promedio regional es de 4.22 y el global de 3.90. Es decir que Honduras duplica el promedio de riesgo global.