Moody’s Ratings rebajó la calificación de Estados Unidos debido al aumento de la deuda gubernamental, una decisión histórica que pone en duda el estatus del país como prestatario soberano de mayor calidad del mundo.
Moody’s redujo la calificación crediticia de EE UU de Aaa a Aa1, uniéndose a Fitch Ratings y S&P Global Ratings al calificar a la mayor economía del mundo por debajo de la máxima posición, la triple A.
El recorte de un nivel se produce más de un año después de que Moody’s cambiara la perspectiva de la calificación crediticia estadounidense a negativa. La agencia de evaluación crediticia mantiene ahora una perspectiva estable.
“Si bien reconocemos las importantes fortalezas económicas y financieras de Estados Unidos, creemos que éstas ya no contrarrestan totalmente la caída de las métricas fiscales”, escribió Moody’s en un comunicado.