Congreso de EE UU cuestiona acercamiento de Honduras a China

La congresista, María Elvira Salazar dirigió gran parte de la sesión

La republicana María Elvira Salazar afirmó este miércoles en el Congreso de Estados Unidos que el “verdadero” presidente de Honduras es el ex mandatario Manuel Zelaya y no su esposa Xiomara Castro, durante una sesión marcada por los lazos entre el país latinoamericano y China.

El subcomité de la Cámara de Representantes para América Latina y el Caribe analizó las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Honduras, gobernado desde 2022 por la presidenta izquierdista Xiomara Castro.

Como cabe esperar en un país muy polarizado, republicanos y demócratas discreparon en la evaluación con una salvedad: China, cuya influencia preocupa a ambos.

Salazar, de origen cubano, afirmó que Honduras lleva una década “luchando por su vida política”.

Cuando estuvo en el poder el expresidente Manuel Zelaya intentó que el país “abrazara el socialismo”, visitó Cuba e intentó imponer “una copia del manual socialista de Hugo Chávez”, el exmandatario venezolano, afirmó.

“Intentó mantenerse en el poder (…) indefinidamente” pero “la Corte Suprema resistió”, “las fuerzas armadas cumplieron con el deber de defender la democracia y el señor Zelaya quedó fuera” del cargo, describió la congresista conservadora a modo de introducción.

“Pero lamentablemente el socialismo es como una plaga que siempre resiste” y mientras estuvo en el exilio “urdió un plan para convertir a su esposa en presidenta del país, y ahora la presidenta Castro es su apoderada”, añadió.

“Zelaya es el verdadero presidente en este momento, aunque la presidenta Xiomara Castro tenga el título”, insistió Salazar, que acusó a la mandataria de aplicar una “ideología socialista” y defender al exlíder cubano Fidel Castro y Chávez en varios foros internacionales como la ONU.

“Desafortunadamente, el socialismo no es su único pecado, la corrupción también está en la lista”, denunció la presidenta del subcomité, que acusa a Castro de haber “dado altos cargos a 13 familiares cercanos”. “Eso se llama nepotismo”, dijo.

“Lo que nos sorprende y preocupa” a los republicanos es “la impactante respuesta” del gobierno del presidente demócrata Joe Biden al gobierno de Castro, al que dispensa “un trato de favor” si se compara con “El Salvador o Guatemala”, añadió.

Salazar puso como ejemplo la presencia de la vicepresidenta Kamala Harris en la investidura de Castro, un honor que no ha tenido ni el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

El congresista demócrata Joaquín Castro estimó por el contrario que la elección de Castro “presentó una nueva oportunidad para fortalecer la cooperación entre Estados Unidos y Honduras” en temas como la migración.

Lo mismo opinó Eric Jacobstein, un alto cargo del Departamento de Estado, que asistió a la sesión como testigo.

“Presentó una oportunidad para romper con el retroceso democrático y de corrupción” del mandato del expresidente Juan Orlando Hernández, preso por narcotráfico en Estados Unidos, afirmó.

Con todo Jacobstein reconoce que el país “enfrenta desafíos” como “la pobreza, desigualdad, crimen, corrupción endémica, narcotráfico, catástrofes climáticas extremas y políticas que no apoyan adecuadamente el crecimiento económico”.

Pero la gran preocupación es China, al que Estados Unidos considera su principal desafío estratégico.

El gobierno hondureño ha roto relaciones diplomáticas con Taiwán, una isla de gobierno autónoma a la que Pekín considera parte de su territorio.

“Es una decisión soberana”, reconoce el funcionario del Departamento de Estado, que advirtió que China suele hacer “promesas a cambio de reconocimiento que finalmente no se cumplen”.

La congresista demócrata Syney Kamlager-Dove le preguntó si un acuerdo entre Honduras y China con un apartado de telecomunicaciones pone en peligro a Estados Unidos, que cuenta con una base militar en el país centroamericano.

“Sería muy preocupante si viéramos una presencia china de alguna manera en la base (…) se lo hemos dejado claro” a las autoridades hondureñas, contestó Jacobstein.

A Washington también le preocupa la elección de un fiscal general, aplazada porque ni el oficialismo ni la oposición reúnen los votos necesarios en el Congreso.

Mileydi Guilarte, directora adjunta para América Latina y el Caribe de la  Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), quien asistió a la sesión, pidió transparencia para elegir a un fiscal general “independiente”.

Al gobierno hondureño no parece haberle agradado la evaluación del Congreso.

En un comunicado colgado en X (antes Twitter) la cancillería afirma haber pedido a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa respeto a la soberanía y no intervención en los asuntos internos, lo que “lamentablemente no se ha mantenido plenamente cuando algunas opiniones públicas han sido motivadas por grupos opositores que conspiran contra el Estado”.

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