El presidente Donald Trump dijo que pediría a Arabia Saudí y a otros países de la Opep que “reduzcan el coste del petróleo” y reiteró su amenaza de utilizar aranceles para que la industria manufacturera regrese a Estados Unidos, al dirigirse el jueves a los líderes mundiales reunidos en Davos, Suiza.
Trump también dijo que exigiría una bajada inmediata de los tipos de interés, que según él habían disparado el déficit y provocado lo que calificó de calamidad económica bajo el mandato de su predecesor, Joe Biden.
“Esto empieza por hacer frente al caos económico causado por las políticas fallidas de la última administración”, dijo Trump. “En los últimos cuatro años, nuestro gobierno acumuló 8 billones de dólares en gasto deficitario despilfarrador e infligió restricciones energéticas que destrozaron la nación, regulaciones paralizantes e impuestos ocultos como nunca antes”.
Trump, que apareció virtualmente, dijo a los líderes que un impulso clave en su segundo mandato sería el uso de aranceles para impulsar la fabricación de vuelta a Estados Unidos.
“Si no fabrican sus productos en Estados Unidos, que es su prerrogativa, entonces, sencillamente, tendrán que pagar un arancel, de diferente cuantía, pero un arancel que dirigirá cientos de miles de millones de dólares, e incluso billones de dólares, a nuestro Tesoro”, dijo Trump.
También elogió los compromisos de las empresas para invertir en Estados Unidos, destacando los planes de SoftBank Group Corp. para ayudar a construir infraestructuras de inteligencia artificial y la promesa del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, de ampliar las inversiones y el comercio con Estados Unidos en $600.000 millones.
Trump dijo que presionaría al príncipe heredero para aumentar esa cifra a $1 billón y expresó su consternación porque los saudíes y otras naciones de la Opep no hubieran actuado antes para ayudar a reducir los precios del petróleo. El presidente predijo que el cártel podría disminuir la inflación y permitir la reducción de los tipos de interés bajando los precios del petróleo. Dijo que hacerlo también presionaría a Rusia para que pusiera fin a la guerra en Ucrania.
“Con la bajada de los precios del petróleo, exigiré que los tipos de interés bajen inmediatamente”, dijo Trump. “Y del mismo modo, deberían bajar en todo el mundo”.
Tras pronunciar el discurso de apertura, Trump respondió a las preguntas del presidente del FEM, Borge Brende, y de un selecto grupo de ejecutivos, entre los que se encontraban Stephen Schwarzman, de Blackstone Inc; Brian Moynihan, de Bank of America Corp; Patrick Pouyanne, de TotalEnergies SE; y Ana Botín, de Banco Santander SA. Ana Botín.
“Estoy seguro de que el príncipe heredero de Arabia Saudí se alegrará mucho de que hayas dado este discurso hoy”, bromeó Schwarzman.
Al principio, la élite de Davos respiró aliviada cuando Trump no inició nuevas guerras comerciales el primer día, pero también son conscientes de su ferviente creencia en los aranceles y reconocen que es cuestión de tiempo que imponga el primer tramo. Los líderes mundiales, tanto los que son aliados ideológicos como los más críticos con su visión del mundo, se han dado cuenta de que será su homólogo durante los próximos cuatro años y de que deben encontrar una forma de relacionarse con él.
Incluso los líderes mundiales que han sido blanco del multimillonario Elon Musk, partidario de Trump, han tratado de restar importancia a las tensiones.
En general, Trump ha adoptado un tono mucho menos duro con China de lo que muchos esperaban. Ha hablado con el presidente chino, Xi Jinping, y se ha propuesto evitar el cierre de la aplicación de redes sociales TikTok, de ByteDance Ltd., tras haber afirmado en una ocasión que constituía una amenaza para la seguridad nacional.
Aún así, Trump ya ha anunciado aranceles de 10% a China, así como aranceles de 25% a México y Canadá, que se anunciarán antes del 1 de febrero.
La última vez que Trump habló en el foro fue en 2020, cuando se dirigió en persona a los directores ejecutivos sólo unas semanas antes de que la pandemia de Covid-19 paralizara la economía mundial. Aprovechó esa comparecencia para enfrentarse a los líderes europeos e instarles a comprometerse en las conversaciones comerciales o arriesgarse a gravámenes paralizantes tras sus acuerdos con China y el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá.
