Un “sinuoso camino” hacia la recuperación tiene América Latina y el Caribe: FMI

El FMI presentó las proyecciones fiscales

Más de 17 millones de personas cayeron en la pobreza en 2020

La recuperación de las economías de América Latina y el Caribe afectadas por la pandemia de covid-19 podría frustrarse por el recrudecimiento de los contagios, advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un documento sobre la región publicado este lunes.

Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, junto a los economistas Takuji Komatsuzaki y Anna Ivanova, alertan que América Latina y el Caribe tardará más que otras regiones del mundo en recuperar el producto interno bruto. Consideran que en 2023 llegará a los niveles que tenía antes de la pandemia y en 2025 dicen que pasará lo mismo con el PIB per cápita.

El organismo reconoció el desproporcionado impacto que la crisis ha tenido en el empleo, de manera más aguda en las mujeres, los jóvenes, los trabajadores informales y menos calificados, lo que se refleja en los indicadores sociales.

Además, advirtieron de una reactivación económica desigual con riesgo de que se agudicen los costos sociales y humanos, al estimar que más de 17 millones de personas cayeron en la pobreza en 2020 por la pandemia. Aún así, descartan el aumento de la desigualdad en la mayoría de los países y destacan que el empleo se mantiene por debajo de los niveles previos a la crisis. Las estimaciones del documento fueron calculadas cuando había 18 millones de casos y 500.000 muertos por el nuevo coronavirus.

Agregan en el blog que “la pandemia asestó un golpe más duro a América Latina y el Caribe debido a las fragilidades estructurales inherentes de la región (por ejemplo, más trabajadores en sectores que requieren proximidad física y menos en sectores que admiten el teletrabajo). En función de su población, la región ha pagado una fuerte factura en términos de infecciones y muertes”.

También advierte que “la incapacidad para contener las nuevas infecciones, la imposición de nuevos confinamientos y el consiguiente cambio de comportamiento de la gente supondrán, en suma, un lastre para el crecimiento. Una recuperación más débil en los mercados laborales infligiría un daño social más permanente”.

El camino de la recuperación

El FMI estimó que este año las economías de América Latina y el Caribe experimentarán una recuperación del 4,1% —medio punto porcentual más de lo que anticipó en octubre pasado— ante la expectativa de que las campañas de vacunación se masifiquen, haya una mejor perspectiva de crecimiento económico para Estados Unidos y se recuperen los precios de algunas materias primas. Todo esto, aseguran, podría acelerar el crecimiento económico en los próximos meses.

Mejoraron los pronósticos de recuperación de 2021 para Brasil (3,6%), Colombia (4,6%), Chile (5,8%), México (4,3%) y Perú (9%). Pero por el retraso en la reactivación del sector de viajes y turismo bajó las expectativas de sus pronósticos para las economías del Caribe (2,4%).

Sin embargo, aquellos que exportan materias primas (Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago, verán una recuperación del 4% este año).

El FMI considera que una recuperación más rápida llegaría con apoyo fiscal adicional, campañas de vacunación eficaces y la contención exitosa de la pandemia. Podrían pesar sobre el crecimiento, por lo tanto, el fracaso en contener los contagios, nuevos confinamientos y un cambio de actitud de la gente.

Además, alerta: “Una recuperación más débil en los mercados laborales infligiría un daño social más permanente. Un cambio repentino en la actitud de los inversionistas internacionales podría generar presiones sobre los países que adolecen vulnerabilidades fiscales y externas”.

Apoyo de $66.000 millones

Según estos expertos, el FMI ha proporcionado más de $66.000 millones a 21 países, incluyendo líneas de crédito contingentes, lo que representa más de dos tercios del apoyo de liquidez de emergencia que ha prestado en todo el mundo.

Los funcionarios hacen varias recomendaciones a los gobiernos de la región: priorizar los recursos a los sistemas sanitarios, la vacunación y las pruebas. Luego, el apoyo a los sectores vulnerables más golpeados por la crisis sanitaria y afianzar la recuperación que hasta ahora es incierta. En ese sentido, alerta que retirar el apoyo fiscal de manera prematura podría poner en riesgo estos objetivos.

Un cambio repentino en la actitud de los inversionistas internacionales podría generar presiones sobre los países que adolecen vulnerabilidades fiscales y externas. Por el lado positivo, la eficacia de las campañas de vacunación y contención de la pandemia, que cuentan con el firme compromiso de la mayoría de los países, y un apoyo fiscal adicional, sentarían las condiciones para una recuperación más rápida.

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