La ONU avisa aumento de la amenaza terrorista, incluida en Europa

ONU advierte de actos terroristas

Un panel de expertos de la ONU acaba de realizar un informe en el que se afirma que la amenaza terrorista de al-Qaeda, el grupo Daesh y sus afiliados sigue siendo alta en las zonas de conflicto en África y en Afganistán, y los niveles de amenaza han aumentado en algunas regiones, incluida Europa.

El grupo de expertos ha señalado en el informe de 23 páginas que la relación entre los gobernantes Talibán de Afganistán y al-Qaida sigue siendo estrecha, y otros Estados no nombrados por ONU informan que “la alta concentración de grupos terroristas” en el país está socavando la situación de seguridad en la región.

En Afganistán la mayor amenaza sigue siendo del Daesh “con su capacidad para proyectarse en la región y más allá”, expresaron los expertos en el informe al Consejo de Seguridad de la ONU que cubre el período del año 2023 hasta el 16 de diciembre. También en Asia, a nivel regional, señalaron una sucesión de ataques en los países vecinos de Irán y Pakistán y amenazas en las naciones de Asia Central.

Sin embargo, el panel dijo que, aunque ninguno de los grupos afiliados a al-Qaida ha recuperado la capacidad de lanzar operaciones de largo alcance, sí que “albergan ambiciones globales”. Y se ha informado de “esfuerzos encubiertos y calibrados para reconstruir estas capacidades de proyección exterior”.

El grupo Daesh se separó de al-Qaida hace más de una década y atrajo a seguidores de todo el mundo. A pesar de su derrota en Irak en 2017 y en Siria dos años después, el panel afirma que la fuerza combinada del Daesh en los dos países sigue siendo de entre 3.000 y 5.000 combatientes. En Irak, estarían llevando a cabo “una insurgencia de baja intensidad con células terroristas encubiertas” mientras que en Siria los ataques se han intensificado desde noviembre, dijeron los expertos.

El panel confirmó que el retraso en tres meses en nombrar al nuevo líder del Daesh, Abu Hafs al-Hashemi al-Qurayshi, tras la muerte en combate de su predecesor “se considera indicativo de dificultades internas y desafíos de seguridad para e grupo terrorista”.

Algunas de los Estados miembros de la ONU han señalado que la fuerte presión de las operaciones antiterroristas en Siria e Irak podría plantear la posibilidad de que el Estado Islámico pueda trasladar su liderazgo y “centro de gravedad” a África o Afganistán, (siendo más probable que ocurra en África), afirmaron los expertos.

En África Occidental y el Sahel, según el informe ONU, “la violencia y la amenaza se han escalado de nuevo” en las zonas de conflicto, lo que genera preocupación en los países afectados, pero también en sus vecinos más próximos. Los expertos señalan además que en estos países existe “un déficit en las capacidades antiterroristas”, que los grupos afiliados al Daesh y al-Qaida continúan explotando. Además, y siempre según el informe de Naciones Unidas.

“La situación se vuelve cada vez más compleja con la confluencia de disputas étnicas y regionales por un lado, como también con la agenda y operaciones de estos grupos”.

En África Oriental, el panel de la ONU explica que el gobierno somalí continúa su ofensiva militar contra al-Shabab, un afiliado de al-Qaeda, pero afirman que, a pesar de las importantes pérdidas por ataques aéreos y operaciones militares, “al-Shabab sigue siendo resistente”. Tiene un estimado de 7,000 a 12,000 combatientes, y un ingreso anual estimado de $100 millones, principalmente de impuestos ilegales en la capital Mogadiscio y el sur de Somalia.

Sin embargo, muchas cosas han cambiado tras los ataques de Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel, según dijeron los expertos. El ataque de Hamas, dejó 1,200 muertos, en su mayoría civiles, y además tomaron alrededor de 250 personas como rehenes, según las autoridades israelíes. En la ofensiva en curso de Israel en respuesta en la Franja de Gaza, dirigida a destruir al grupo Hamas, han muerto ya más de 27,365 personas y más de 66.000 heridos, según fuentes oficiales que no distinguirían entre muertes de civiles y combatientes.

A este respecto el grupo de expertos afirma que “algunos Estados miembros de Naciones Unidas están preocupados de que (Al-Qaida) pueda explotar la situación para recuperar relevancia y aprovechar el descontento popular por tal magnitud de las bajas civiles, proporcionando dirección y apoyo a aquellos dispuestos a actuar”, y “están preocupados de que la narrativa renovada pueda inspirar ataques a nivel global”.

El conflicto entre Israel y Hamás repercutirá en Europa

Sobre Europa, el panel expuso que, “los niveles formales de amenaza terrorista han aumentado tras los ataques mortales a finales de 2023 en Francia y Bélgica, además de numerosos incidentes terroristas no letales y arrestos en varios países europeos”.

Parece claro que, al contrario de la guerra “regular” que mantienen Rusia y Ucrania, el conflicto bélico entre Israel y Hamas que salpica también a gran parte de Oriente Próximo sí va a tener consecuencias sobre un posible aumento de terrorismo en el viejo continente.

“Ya sea por lobos solitarios en apoyo a la causa palestina y Hamas, ya sea por aprovechar la oportunidad de resurgir de al-Qaeda o Daesh, Europa se prepara para un posible aumento no solo ya de la amenaza propiamente dicha, sino de actuaciones terroristas en suelo europeo”, concluye.

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