La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este martes un nuevo impuesto del 20% para compras internacionales de hasta 50 dólares, antes exentas de tributación, lo que favorecía a gigantes del comercio electrónico chinos como AliExpress, Shein o Shopee.
Por encima de ese valor y hasta los 3.000 dólares, se aplicará el impuesto de importación del 60%, con la posibilidad de aplicar un descuento de 20 dólares, según la medida aprobada por la Cámara Baja, que ahora tendrá que ser analizada por el Senado.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró primero favorable a acabar con dicha exención, pero la semana pasada insinuó que vetará el establecimiento de este nuevo gravamen, pues a su juicio perjudica a las mujeres y a los jóvenes.
“¿Cómo se va a prohibir a la gente pobre, a las niñas y a las jóvenes que compren una baratija?”, cuestionó el mandatario a los periodistas.
Por otro lado, sindicatos y patronales pidieron este mismo martes el fin de las exenciones fiscales a las compras en tiendas digitales internacionales porque, en su opinión, “destruyen empleos en Brasil” y erosionan el comercio nacional.
Finalmente, después de negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, la Cámara Baja aprobó un impuesto del 20 % sobre las mercancías de hasta 50 dólares adquiridas en plataformas extranjeras.
“El tipo del 20 % minimiza el daño a la industria nacional, incapaz de competir con los precios chinos”, afirmó en la sesión el diputado federal Gervásio Maia, del Partido Socialista Brasileño (PSB), que integra la base del Gobierno de Lula.
El nuevo impuesto fue incluido en un proyecto de ley referente a otro tema diferente relacionado con la promoción de incentivos para estimular la producción de vehículos de bajas emisiones y que también recibió el respaldo de los diputados.