Honduras se une a Malasia e Indonesia en el Consejo de Productores de Aceite de Palma

El año pasado la Cancillería se reunión con el embajador de Indonesia, Sukmo Harsono, y una Delegación de la CPOPC, encabezada por el director ejecutivo adjunto, Mohamed Ahmad

Honduras se unió al Consejo de Países Productores de Aceite de Palma (CPOPC, en sus siglas en inglés), un organismo integrado por Malasia e Indonesia, los mayores productores de aceite de palma del mundo.

El CPOPC, busca promover colectivamente el uso global del aceite de palma incluyendo a las naciones productoras de aceite de palma de Asia-Pacífico, América y África.

La ministra de Agricultura de Honduras, Laura Suazo, participó de manera virtual este jueves en una reunión del Consejo en Kuala Lumpur en la que Honduras ingresó con el fin de “fortalecer la cooperación entre los países productores de aceite de palma”, informó el CPOPC en un comunicado.

En la reunión, Colombia, Gana y Papúa Nueva Guinea participaron como observadores y Nigeria como país invitado. Malasia e Indonesia, que crearon el CPOPC en 2015, comprenden el 90 por ciento de la producción mundial de aceite de palma.

El Consejo criticó en su comunicado la reciente regulación contra la deforestación aprobada por la Unión Europea (UE), al asegurar que afecta negativamente al sector del aceite de palma y “excluye a los pequeños propietarios de las cadenas de suministro”.

En el pasado, Indonesia y Malasia han argumentado que los pequeños productores no pueden afrontar los costes derivados del proceso para demostrar que sus productos no han causado deforestación, tal como pide la nueva norma de la UE, y alegan que sus propios reglamentos ya garantizan el respeto medioambiental.

En este sentido, el CPOPC está organizando una misión a Bruselas los próximos 30 y 31 de mayo para expresar su oposición a la regulación.

Según esta regulación, los productores de soja, aceite de palma, madera, cacao, café, caucho o carne de vacuno deben demostrar que no causan deforestación. El aceite de palma es un componente esencial para la fabricación de una amplia gama de productos, desde cosméticos a alimentos.

Pese a la “incertidumbre” en el mercado mundial, el Consejo subrayó que se mantiene “optimista” en que la producción, demanda y los precios del aceite de palma seguirán creciendo debido a su importante papel para la “seguridad alimentaria” y la producción de biocombustible.

El pasado enero, Indonesia y Malasia acordaron actuar juntos contra la “discriminación” del aceite de palma ante la regulación aprobada el pasado diciembre por la UE que busca prohibir la importación de productos vinculados con la deforestación.

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