La empresa Huawei no podrá abastecerse en el mercado de Estados Unidos en tres meses, y depende de la tecnología estadounidense para los chips electrónicos utilizados en sus aparato.
Los problemas de Huawei exponen los problemas que pueden enfrentar los desarrolladores de tecnología cuando existen factores políticos en grandes economías globales.
Carlos Badilla, investigador de mercados de la firma Ernst & Young (EY) Centroamérica, Panamá y República Dominicana, conversa con Dinerohn, sobre los riesgos globales en el caso de Huawei.
¿Cuál es el impacto de éste tipo de decisiones políticas para el sector de telecomunicaciones?
Las decisiones políticas impuestas en este caso por el gobierno estadounidense tendrán una serie de consecuencias en el mercado de telecomunicaciones, en las que se destacan:
- Atraso en la implementación de nuevas tecnologías a nivel mundial, sobre todo en cuanto a la tecnología 5G, en donde, según los expertos, China y otros países de Asia estarían 18 meses adelantados en comparación con Estados Unidos y sus empresas.
- Una caída en el consumo de dispositivos de gama media. En donde no solo se verán afectados los dispositivos Huawei, sino también otras marcas orientales, como Oppo o ZTE.
- Desde mi punto de vista, por lo menos en el hemisferio occidental, veríamos un aumento en el precio de los planes de telecomunicaciones, sobre todo si se quisiera implementar la tecnología 5g en el corto plazo para intentar acortar distancia con los chinos.
La decisión de EE UU fue acatada por Google, ¿qué camino queda para las empresas afectadas cuando algo así ocurre?
Primero es necesario aclarar, que no es un asunto de que Google esté atacando a Huawei. Google únicamente esta siendo forzado a cortar relaciones por decreto del gobierno estadounidense.
En este caso, Google estaría restringiendo el acceso del sistema operativo Android a Huawei, por lo tanto, desde mi opinión, las operadoras deben tratar mejores contratos con empresas que sean más políticamente correctas o estén trabajando mejor con el gobierno estadounidense y sus empresas.
Se pueden establecer estrategias con empresas como Samsung o Apple para satisfacer el volumen de ventas que se podría perder ante la ausencia de Huawei.
¿Qué otras recomendaciones pueden seguir operadores internacionales en este tipo de casos?
Recordemos que actualmente, estamos en una cadena de producción global, es decir, dispositivos como Huawei tienen por dentro distintos elementos que no son producidos específicamente por la empresa Huawei y no son producidos necesariamente en China, además que es muy difícil centralizar el 100% del proceso de producción de un dispositivo en un mismo lugar.
Por lo tanto, lo que podría hacer Huawei es o intentar centralizar toda la cadena de producción (que es lo que pretenden lograr) o buscar convenios y tratados con proveedores no estadounidenses y que no tengan tratados con Estados Unidos.
¿Cómo afectará el valor en bolsa de los operadores no estadounidenses?, es un nuevo riesgo?
El tema en bolsa actualmente es un tema complicado, es decir, claro que empresas estadounidenses y no estadounidenses que cotizan en bolsa y servían como proveedores de Huawei están siendo muy afectadas por el decreto, pero estamos en un mundo capitalista globalizado, en donde un golpe de esta magnitud afecta prácticamente todas las estructuras de mercado en muchos países del mundo.
Actualmente, dadas la ausencia de negociaciones entre Estados Unidos y China, hay un ambiente de perspectivas globales de recesión económica a la espera de ver que pasa con esta guerra comercial. Lo cual haría caer los beneficios esperados en bolsa, los pagos medios de los bonos, etc.
Desde mi punto de vista, hay un riesgo latente, pero no solo para operadores extranjeros, sino como mencioné antes para empresas de todo el mundo y de prácticamente todos los sectores, hasta que se aclare el tema de proveeduría de materias primas, de negociaciones y de comercio en general.
Además, hay un tema importante de salida de participantes y entrada de nuevos participantes, también, ya que Huawei no podrá negociar con sus proveedores estadounidenses, quedaran cuotas de mercado libre que podrían ser tomadas por otras empresas, en este caso, empresas no estadounidenses.