Exportaciones de Latinoamérica superan el impacto comercial del Covid-19 y crecieron más del 25% en el 2021: BID

Las exportaciones cayeron el año pasado

El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe (ALC) creció entre 24,8 y 27,8%, en 2021, superando el impacto comercial del 2020, por la pandemia de la covid-19, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las cifras confirman las proyecciones de la CEPAL realizadas a inicios de diciembre pasado.

La caída en las ventas externas en 2020 fue de 9,1%. En relación a 2019, los valores exportados fueron superados entre 13 % y 16 %, señaló el multilateral en su informe sobre Estimaciones de las tendencias comerciales América Latina y el Caribe, edición 2022.

Respecto a volúmenes, las exportaciones de la región registraron un aumento estimado de 10,9%, tras disminuir 6,1% en 2020 y se ubicó en niveles superiores a los registrados antes de la pandemia.

“Si bien el mayor impulso se observó durante el segundo trimestre, las cantidades continuaron expandiéndose en la segunda mitad del año, aunque a un ritmo menor”, aclaró el BID.

En Centroamérica, los envíos externos crecieron en promedio 30,7% en 2021. Panamá, Honduras y El Salvador registraron los mayores incrementos, y todos superaron los valores exportados previos al impacto de la crisis sanitaria.

De enero a octubre de 2021, las exportaciones totales de mercancías generales de Honduras sumaron US$4,363.1 millones, mostrando un incremento interanual de 19,7% (US$717.2millones).

El crecimiento fue impulsado por las exportaciones de café, aceite de palma, hierro y sus manufacturas, plástico y sus manufacturas, oro, puros, zinc y camarones.

Las materias primas

El informe del BID resaltó que el repunte en las exportaciones estuvo relacionado con el incremento de los precios de las materias primas. “Tras haber superado en algunos casos los máximos históricos, a finales de 2021 las cotizaciones de varios “commodities” sufrieron una marcada corrección”, indicó.

De acuerdo con las estimaciones del BID, el petróleo fue el producto más afectado por la pandemia, pero su recuperación fue sostenida y a principios de 2021 ya había recuperado los niveles previos.

“En promedio, en el acumulado a noviembre de 2021 el precio del crudo acumuló un aumento de 67.9% interanual. Sin embargo, a partir de mediados de noviembre, la tendencia se ha revertido en el marco del surgimiento de la nueva variante Ómicron”, señala el BID.

La cotización del café también se sumó a la tendencia expansiva en el segundo trimestre de 2021, es así que de enero a noviembre aumentó 39,3% interanual, superando sobre fines de año los niveles históricos, impulsada por las condiciones climáticas en Brasil, principal productor mundial, y las disrupciones comerciales ligadas al covid-19 en Asia.

El azúcar, que había sufrido una fuerte caída a principios de la pandemia, se recuperó de forma lenta, pero sostenida. Se estima que de enero a noviembre de 2021, la tasa de variación fue de 39.4%.

Tendencia

Según el documento, pese a que América Latina y el Caribe superaron de forma rápida el impacto comercial recesivo de la pandemia, las tendencias comerciales presentan un patrón de fragilidad relacionado con la evolución de los precios de exportación y un balance de riesgos crecientemente sesgado a la baja.

“Por un lado, los factores que impulsaron a los precios se comenzaron a revertir y la corrección de las cotizaciones se aceleró sobre finales del año. Por el otro, el crecimiento de las olas de contagio tras la identificación de la nueva variante ómicron del coronavirus está llevando a la aplicación de nuevas medidas de contención”, explica el informe.

Asimismo, consideró que el giro restrictivo en las políticas monetarias para contrastar la inflación, podrían afectar negativamente a la evolución de los flujos comerciales reales.

“Si bien es probable que los anuncios de endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos ya hayan sido incorporados plenamente en los precios de los “commodities”, queda un notable margen de incertidumbre”, advierte.

Para el BID, es necesario centrar la atención en la evolución de los flujos reales, teniendo en cuenta que la desaceleración de la recuperación comercial de la región no radica solamente en la evanescencia del impulso por el canal de los precios, sino también en la debilidad y volatilidad de la expansión de las cantidades.

En su Monitor de Comercio e Integración 2021, el BID también resalta que persiste la incertidumbre sobre la evolución de la actividad global, por desafíos como los máximos históricos alcanzados en las tarifas de fletes marítimos, la escasez de contenedores, la congestión de los puertos y la disrupción de las cadenas de valor en varios segmentos de la industria.

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