El crudo ha caído durante siete semanas consecutivas, y ni siquiera los nuevos recortes de producción por parte de la Opep y sus aliados lograron detener la caída. Este lunes se desplomó, acercándose a su nivel más bajo en cinco meses, en medio de más señales de suministros sólidos.
West Texas Intermediate cayó hasta un 3,4% a menos de $69 el barril, cerca del nivel más bajo desde finales de junio. El crudo ha caído durante siete semanas consecutivas, y ni siquiera los nuevos recortes de producción por parte de la Opep y sus aliados lograron detener la caída. En una nueva señal de que los suministros siguen siendo abundantes, el promedio semanal de las exportaciones marítimas de crudo de Rusia saltó al nivel más alto desde principios de julio.
Los diferenciales entre los contratos mensuales siguen indicando un exceso de oferta, y el extremo frontal de la curva de futuros del Brent cerró esta semana en el nivel más débil desde junio.
“Los futuros están tratando de consolidar el fondo de la liquidación de la semana pasada”, dijo Dennis Kissler, vicepresidente senior de operaciones de BOK Financial Securities. “La estructura de contango de los futuros del mes pasado ganando respecto al mes anterior está marcando la pauta de que la oferta actual parece abundante”.
El petróleo se encuentra en la racha de pérdidas semanales más larga desde 2018 y ha bajado aproximadamente una quinta parte desde su máximo a finales de septiembre. Los pronósticos de una desaceleración del crecimiento del consumo chino y los persistentes riesgos de recesión en Estados Unidos están generando un panorama de demanda sombrío en el primer trimestre.
Esta semana, la Agencia Internacional de Energía, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y el Departamento de Energía de Estados Unidos publicarán sus últimas evaluaciones mensuales de los fundamentos del mercado. Los inversores también seguirán de cerca la decisión final sobre tipos de interés de la Reserva Federal este año.
