El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó hoy su pronóstico de crecimiento para la economía china a un 5 en 2024 y un 4,5% en 2025, revisiones al alza de 0,4 puntos en ambos casos, tras los datos positivos del PIB el primer trimestre y las últimas medidas de apoyo anunciadas por Pekín.
En su evaluación anual sobre el estado y las perspectivas de la economía china, la institución advirtió, sin embargo, de que los riesgos se inclinan hacia el lado negativo ante un ajuste mayor o más prolongado de lo esperado en el sector inmobiliario y las “crecientes presiones de fragmentación”.
“La actual corrección del mercado inmobiliario, necesaria para llevar al sector hacia un camino más sostenible de desarrollo, debe continuar”, indicó en el informe la primera subdirectora gerente del organismo, Gita Gopinath, que aplaudió las medidas anunciadas por las autoridades para guiar la mencionada “transición”.
No obstante, la número dos del FMI apuntó que un paquete de medidas todavía “más integral” podría allanar el camino para que esa transición fuese “eficiente y menos costosa” al tiempo que se evitan riesgos.
En opinión del Fondo, Pekín debe movilizar recursos para proteger a los compradores de viviendas vendidas sobre plano y acelerar la finalización de esas promociones al tiempo que se busca soluciones para las promotoras insolventes.
“Permitir una mayor flexibilidad de precios mientras se siguen y se atenúan los posibles contagios macrofinancieros puede estimular todavía más la demanda inmobiliaria y ayudar a restablecer el equilibrio”, incidió Gopinath.
Para ello, la economista indio-estadounidense pidió apostar por un paquete extraordinario de apoyo fiscal al sector inmobiliario. Más allá de esta medida, Gopinath cree que una postura fiscal “neutra” compensaría el apoyo a la demanda nacional -otro de los puntos que marcó como prioritario-, la gestión de los riesgos deflacionarios y las dinámicas “desfavorables” en materia de deuda en 2024.
Baja inflación, ¿mayor flexibilización?
Si bien la subdirectora gerente mostró su satisfacción con la flexibilización monetaria en lo que va de año, las bajas cifras de la inflación suponen que “haya más espacio” para profundizar en ese sentido y para permitir una mayor flexibilidad en las tasas de cambio del yuan, la divisa nacional.
“Se espera que la inflación aumente pero se mantenga baja ante una producción por debajo de su potencial, con la inflación subyacente (indicador que excluye alimentos o energía por su volatilidad) aumentando de manera paulatina hasta una media del 1% en 2024”, indicó.
Gopinath también se refirió a los “desafíos fiscales significativos”, especialmente en el caso de la “insostenible” deuda de los gobiernos locales y regionales, y a los “elevados riesgos para la estabilidad financiera”, así como a la necesidad de reformas estructurales para “contrarrestar los vientos de cara y afrontar los desequilibrios subyacentes, con el objetivo de conseguir que el crecimiento sea “de alta calidad”, tal y como desea Pekín.
El Fondo también trató la cuestión del apoyo a sectores industriales clave por parte del Gobierno chino, sobre la que aseguró que “puede llevar a una asignación inadecuada de recursos nacionales y afectar a socios comerciales”.
A este respecto, Gopinath sugirió reducir esas políticas de apoyo y retirar las restricciones al comercio y la inversión, algo que “elevaría la productividad nacional y aliviaría las presiones de fragmentación”.
De cara al futuro, el FMI pronostica que el crecimiento de la segunda economía mundial seguirá experimentando una tendencia de desaceleración hasta situarse en un 3,3% hacia 2029 debido al envejecimiento de la población o a un aumento cada vez más lento de la productividad.