FAO: Cerca de 690 millones de personas, 8,9% de la población mundial, padece hambre tras la pandemia

En mayo los precios de los granos registraron caídas

Con tan solo 10 años para lograr la meta de eliminar el hambre del mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), anunció que la pandemia retrasó el logro del objetivo ‘Hambre Cero 2030’ y que, por el contrario, la cifra de personas con condiciones de subalimentación tuvo un aumento de entre 83 millones y 132 millones en 2020.

Según el informe publicado por la FAO, un número cada vez mayor de personas ha tenido que reducir la cantidad y la calidad de los alimentos que consume, debido a la pandemia, al desempleo y al incremento del costo en algunos productos de consumo básico.

De acuerdo con el documento, cerca de 690 millones de personas padecen hambre en el mundo, es decir, 8,9% de la población mundial. Por su lado, las estimaciones del Banco Mundial señalan que 233 millones de personas sufrieron por inseguridad alimentaria al finalizar 2020, lo que deja ver el altísimo riesgo de caer en hambre.

Por otro lado, el número de personas afectadas por la inseguridad alimentaria grave, otra medida que calcula el hambre de manera aproximada, muestra una tendencia ascendente similar. Por ejemplo, en 2019, cerca de 750 millones de personas, o casi una de cada 10 personas en el mundo, se vieron expuestas a niveles graves de subalimentación.

Revisando las cifras para la región, en América Latina y el Caribe la prevalencia de la subalimentación era de 7,4% en 2019, lo que se traduce en casi 48 millones de personas subalimentadas. En cambio, la prevalencia mundial para ese año se ubicó en 8,9%.

América Latina y el Caribe ha venido experimentado un aumento del hambre en los últimos años y el número de personas subalimentadas incrementó en nueve millones entre 2015 y 2019.

Bajo esa misma vía, el reporte reveló que, aunque África es el continente donde se observan los niveles más altos de inseguridad alimentaria, es América Latina y el Caribe la región donde la problemática avanza con mayor rapidez. Allí la inseguridad alimentaria mostró un acelerado incremento, pues pasó de 22,9%, en 2014, a 31,7%, en 2019, siendo América del Sur la zona de mayor impacto en las cifras.

Miguel Barreto, director regional del Programa Mundial de Alimentos para Latinoamérica y el Caribe, afirmó que “las comunidades urbanas y rurales de Latinoamérica y Centroamérica han tocado fondo. La crisis económica provocada por el covid-19 ya había puesto los alimentos en los estantes de las tiendas fuera del alcance de las personas más vulnerables para cuando la pandemia y los huracanes atacaron”.

En cuanto a la distribución del número total de personas que padecen inseguridad alimentaria moderada en el mundo, de los 2.000 millones de personas que sufren esta condición, 1.030 millones se encuentran en Asia; 675 millones, en África; 205 millones, en América Latina y el Caribe; 88 millones, en América Septentrional y Europa, y 5,9 millones, en Oceanía.

Con base en los datos reportados por los organismos, el mundo enfrenta un reto enorme en materia de seguridad alimentaria, el cual requiere acción gubernamental para cumplir los objetivos a 2030.

Las condiciones en África superan la barrera de la pobreza mundial

De acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el costo de una dieta saludable supera el umbral internacional de pobreza (establecido en $1,90) en términos de poder adquisitivo por día, lo cual lo hace inasequible para la población pobre. El costo también supera el gasto alimentario medio en la mayoría de los países del sur del planeta, pues cerca de 57% de la población de ahí no puede costear esta dieta.

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