Transparencia Internacional publicó este martes su informe anual correspondiente a 2024 sobre el Índice de Percepción de la Corrupción en el mundo destacando que dos de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad están estrechamente interrelacionados: la corrupción y la crisis climática.
“Mientras miles de millones de personas en todo el mundo enfrentan las consecuencias diarias del cambio climático, los recursos para la adaptación y la mitigación siguen siendo lamentablemente insuficientes. La corrupción intensifica estos desafíos y plantea amenazas adicionales a las comunidades vulnerables”, señala el informe.
La falta de mecanismos adecuados de transparencia y rendición de cuentas aumenta el riesgo de que los fondos climáticos se utilicen indebidamente o se malversen. Además, la corrupción climática también puede adoptar la forma de influencia indebida sobre los encargados de adoptar decisiones por parte de industrias contaminantes y de políticos que tienen conflictos de intereses porque poseen acciones en empresas de petróleo y gas o trabajan para ellas.
El IPC clasifica a 180 países y territorios según los niveles de corrupción en el sector público percibidos por expertos y empresarios. Se basa en 13 fuentes de datos independientes y utiliza una escala de cero a 100, donde cero es altamente corrupto y 100 es muy transparente.
Honduras baja puntuación en IPC 2024
El índice destaca el marcado contraste entre los países con instituciones fuertes e independientes y elecciones libres y justas y aquellos con regímenes autoritarios represivos. Las democracias plenas tienen un IPC promedio de 73, mientras que las democracias imperfectas tienen un promedio de 47 y los regímenes no democráticos de apenas 33.
Esto pone de relieve que, si bien puede parecer que algunos países no democráticos gestionan ciertas formas de corrupción, el panorama más amplio muestra que la democracia y las instituciones sólidas son cruciales para combatir la corrupción de manera plena y eficaz.
El IPC utiliza una escala de 0 a 100 y 43 es la puntuación media global.
Los de mejor y peor desempeño
Por séptimo año consecutivo, Dinamarca encabeza la clasificación, con una puntuación de 90. Finlandia y Singapur ocupan el segundo y tercer puesto, con puntuaciones de 88 y 84, respectivamente. Con una puntuación de 83, Nueva Zelanda queda fuera de los tres primeros puestos por primera vez desde 2012, pero se mantiene entre los 10 primeros, junto con Luxemburgo (puntuación IPC: 81), Noruega (81), Suiza (81), Suecia (80), Países Bajos (78), Australia (77), Islandia (77) e Irlanda (77).
Mientras tanto, los países en conflicto o con libertades muy restringidas e instituciones democráticas débiles ocupan los últimos puestos del índice. Sudán del Sur (8), Somalia (9) y Venezuela (10) ocupan los tres últimos puestos. Siria (12), Guinea Ecuatorial (13), Eritrea (13), Libia (13), Yemen (13), Nicaragua (14), Sudán (15) y Corea del Norte (15) completan la lista de los peores puntajes.
Desde 2012, 32 países han mejorado significativamente sus puntuaciones en el índice y ahora se considera que tienen menos corrupción. Durante el mismo período, 47 países sufrieron pérdidas significativas. Entre estos países que perdieron puntos figuran algunas democracias con puntuaciones altas, como Estados Unidos (65) y Nueva Zelanda (83), así como estados autocráticos como Rusia (22) y Eswatini (27). Entre los países que experimentaron mejoras figuran Moldavia (43), Kuwait (46) y Uruguay (76).