La alta dependencia de deuda pública (interna y externa) para financiar el gasto del Gobierno continuará el próximo año. La Administración Central plantea ejecutar un presupuesto de 179.522 millones de lempiras, que se pagará con impuestos (118.721 millones) y un endeudamiento público de “51.443 millones de lempiras”.
En caso de la Administración Central, el aumento presupuestado es del 10,5% en relación al presupuesto de este año. Según el anteproyecto de Ley remitido por la Secretaría de Finanzas al Congreso Nacional, se necesitará nuevamente de la emisión de deuda interna y la contratación de préstamos externos.
El 28% es endeudamiento público
El 28% del Presupuesto General de la Administración Central estará financiado por la colocación de Títulos y Valores de Deuda Interna por una suma de “31,297 millones de lempiras”.
Esta emisión de deuda interna representa el 17% de los ingresos del Presupuesto. Además se contratarán 20.146 millones de lempiras en préstamos a largo plazo, el 11% de los fondos requeridos.
Con esta deuda se evitaría el aumento de impuestos.
Hay que destacar que el endeudamiento para 2022, sería menor al que se tendrá para cerrar el Presupuesto de este año.
La deuda pública representa el 57% del PIB.
Pero el 2022 tendrá menos donaciones y transferencias de capital y el 70% de los recursos provendrán del cobro de impuestos.
El mayor peso recaerá en el Impuesto sobre la Producción, Consumo y Ventas, con alrededor de 57.276 millones de lempiras y el Impuesto sobre la Renta (ISR) 36.157 millones de lempiras y 15,205 millones por impuesto a los combustibles.
La meta es de 118.721 millones, que sería muy superior a lo proyectado para este año de 96.388 millones.
Para algunos economistas este aumento de la meta es excesiva, pero el ministro de Finanzas, Luis Mata, sostiene que se basa en las nuevas proyecciones de ingresos y un crecimiento económico de un poco más de 3% del Producto Interno Bruto (PIB), por la reactivación de la economía.
Se estima que el Presupuesto 2022 se aprobaría después de las elecciones generales en espera que el ganador haga una reformulación del mismo.