América Latina se expandirá un 2,3% este año, por debajo de la estimación anterior del 2,7%, y crecerá un 2,2% en 2023, convirtiéndose en una de las regiones de menor crecimiento en el mundo tras la pandemia, dijo el Banco Mundial este jueves en una actualización de sus perspectivas económicas.
Estas tasas de crecimiento son “insuficientes” para avanzar en la lucha contra la pobreza en la región, dijo a los periodistas William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. “Vamos a lidiar con la inflación por más tiempo de lo que pensábamos y eso tendrá el impacto habitual en el crecimiento”.
El débil desempeño de las dos economías más grandes de la región este año explica la mayor parte de la revisión de la estimación del Banco Mundial para la región. La entidad redujo a la mitad su pronóstico de crecimiento para Brasil, a un 0,7%, mientras que recortó la previsión para México a un 2,1%, frente al 3% de enero.
Rusia es uno de los principales proveedores de fertilizantes de varios países de América Latina y un importante mercado de exportación para otros. Según el informe, la guerra ejercerá presión sobre una amplia gama de productos y exacerbará los desafíos de los bancos centrales para equilibrar el crecimiento y la estabilidad de los precios.
La fortaleza de la recuperación económica de América Latina varía mucho según los países y sigue siendo vulnerable. Aunque los precios de las materias primas siguen sólidos, el crecimiento en China y en las economías avanzadas es más lento que antes de la pandemia, lo que reduce la demanda de las exportaciones de la región.
Covid y cambio climático.
América Latina también enfrenta importantes diferencias entre sus países en cuanto a la vacunación contra el covid-19: mientras Chile y Uruguay han inmunizado casi a la totalidad de su población, las naciones del Caribe y Centroamérica apenas han comenzado su campaña.
El cambio climático también plantea desafíos importantes, ya que en las dos últimas décadas se ha perdido el 1,7% del producto interno bruto anual en América Latina debido a desastres relacionados con el clima, según el Banco Mundial.
Un análisis del impacto de los fenómenos meteorológicos durante dos décadas muestra que ocho países del Caribe se encuentran entre los 20 primeros a nivel mundial en pérdidas como porcentaje del PIB.
Se prevé que el impacto combinado del cambio climático lleve a 5,8 millones de personas a la pobreza extrema para 2030, principalmente debido a los efectos relacionados con la salud por la falta de acceso a agua potable e instalaciones sanitarias, el calor excesivo y sequías e inundaciones más frecuentes, según el informe.