Banco Mundial advierte cuatro riesgos bancarios y financieros por la pandemia

El BM pide a los gobiernos poner énfasis en los efectos económicos del Covid

La pandemia de COVID-19 ha tenido impactos especialmente severos en las economías emergentes. Muchos Gobiernos han respondido poniendo en marcha grandes programas económicos que tuvieron éxito a corto plazo.

No obstante, esos programas han exacerbado algunas fragilidades preexistentes que deberán manejarse con firmeza para promover una recuperación equitativa. Las vulnerabilidades económicas en un sector de la economía pueden afectar a otros sectores a través de múltiples canales que se refuerzan mutuamente y que conectan la salud financiera de los hogares, las empresas, las instituciones financieras y los Gobiernos.

Aun así, las interconexiones sectoriales también pueden beneficiar a la economía en general si se adoptan políticas rápidas y eficaces para gestionar los riesgos económicos derivados de la pandemia.

Los analistas del Banco Mundial, en su “Informe sobre el desarrollo mundial  2022: Finanzas al servicio de la recuperación equitativa”, hacen hincapié en cuatro riesgos económicos acuciantes derivados de la pandemia de COVID-19 y proponen medidas concretas que los encargados de la formulación de políticas pueden adoptar para abordar dichos riesgos y respaldar una recuperación sólida y equitativa.

A continuación un resumen de los cuatro problemas y las medidas que recomienda el organismo internacional.

Incremento de los préstamos dudosos. Aumentando la transparencia y reduciendo la proporción de préstamos dudosos, las instituciones financieras pueden mantenerse estables, bien capitalizadas y en condiciones de proporcionar crédito, sobre todo a los hogares de bajos ingresos y las pequeñas empresas.

Demora en la resolución de los préstamos dudosos. Los procedimientos de insolvencia eficaces, incluidas las opciones extrajudiciales, pueden reducir los costos sociales del sobreendeudamiento generalizado, evitar la asignación inadecuada de los recursos a “empresas zombis” improductivas y limitar la necesidad de que el Gobierno interfiera en la resolución de las deudas. La demora en la adopción de medidas puede limitar el acceso al crédito, desalentar la iniciativa empresarial y dar lugar a la conversión de deuda privada en deuda pública cuando los Gobiernos se ven obligados a ejecutar planes de rescate.

Acceso más restringido al crédito. Las innovaciones en las finanzas digitales y los modelos de financiamiento pueden desempeñar un papel decisivo a la hora de permitir a los prestamistas evaluar y gestionar de manera confiable el riesgo que conllevan los prestatarios, ayudarlos a seguir proporcionando crédito a los prestatarios de bajos ingresos y fortalecer su resiliencia financiera.

Niveles de deuda pública elevados. La gestión y la reducción proactivas de la deuda pública pueden liberar los recursos fiscales necesarios para respaldar la recuperación. Las demoras en abordar la sostenibilidad de la deuda se asocian con recesiones prolongadas, el aumento de la inflación y la reducción del gasto en redes de protección social, salud pública y educación, lo que repercute de manera desproporcionada en los pobres. 

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