Las autoridades panameñas impondrán multas de hasta US$5.000 a los extranjeros que violen los puestos de control migratorio, ingresando de manera irregular al país, informó el jueves el presidente José Raúl Mulino, sin ofrecer detalles sobre los motivos de la decisión.
El anuncio coincide con el creciente flujo migratorio irregular por el país centroamericano, usado como ruta de paso por miles de migrantes,en su mayoría venezolanos, que cruzan la peligrosa selva del Tapón del Darién, en la frontera con Colombia, en su travesía hacia Norteamérica.
“(En) migración hemos anunciado que toda persona que ingrese al país, extranjeros, violando los puestos de control migratorio, terrestres, aéreos o marítimos, será multada con un monto que oscila entre $1.000 y $5.000 dólares, según la gravedad de la infracción”, explicó el mandatario en rueda de prensa.
Las nuevas medidas están incluidas en un decreto publicado por el Gobierno la semana pasada, en el que se aclara, sin embargo que “de no contar (el migrante) con los recursos económicos para cumplir con la sanción impuesta, se procederá con su deportación”.
La sanción será de $300 la primera vez que intenten entrar ilegalmente al país; de $600, la segunda; de $900, la tercera, y de $1.000, en las siguientes, aunque será ajustada en el caso de los migrantes que llegan al país atravesando El Darién, tomando en cuenta sus “condiciones de vulnerabilidad”.
En 2023 un récord de más de medio millón de personas atravesaron El Darién, un flujo que el nuevo gobierno de Mulino, que asumió el 1 de julio, espera bajar a hasta unos 300.000 al cierre de este año, luego de imponer medidas como el cierre de varios puntos en la frontera con Colombia, o deportaciones aéreas de cientos de migrantes con apoyo de Estados Unidos.