El año pasado la Inversión Extranjera Directa (IED) en la región creció 13,2%, al alcanzar 184.287 millones de dólares, de acuerdo con las cifras publicadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre 31 economías.
En 16 territorios aumentó la IED y en 15 se desaceleró este indicador.
La razón de la cifra general se debió al “crecimiento de la reinversión de utilidades y de los préstamos entre compañías”, según reza en el documento, y no “en el ingreso de aportes de capital, que sería la fuente más representativa del renovado interés de las empresas por instalarse en los países de la región”.
Brasil, con 88.139 millones de dólares; México, con 36.871 millones; Argentina, con 11.873 millones y Colombia, con 11.352 fueron los mayores receptores de capital foráneo; no obstante, no fueron los que más crecieron en el ingreso de recursos del exterior.
De hecho, países como Belice, Guyana, Saint Kitts y Nevis y Ecuador tuvieron una aceleración de sus inversiones de más de 100%.
Honduras creció un 3,4% con un poco más de 1.226 millones de dólares y ocupa la tercera posición en el istmo centroamericano.
La mayor caída estuvo representada en Haití, con 72%, al pasar de 375 millones de dólares a 105 millones de dólares. A este país le siguió Bolivia, con 55% y Nicaragua, con 53,5 %.
Ante este panorama, Alicia Bárcena, secretaria general de la Cepal afirmó que “en un contexto internacional de reducción de los flujos de IED y de fuerte competencia por las inversiones, las políticas nacionales no deberían orientarse a recuperar los montos registrados a inicios de la década, sino a atraer cada vez más IED que contribuya a formar capital de conocimiento y avanzar hacia patrones de producción, energía y consumo sostenibles”.
Finalmente, por subregiones, Suramérica creció 14,4 %, México, 15,2 % y Centroamérica 9,4%, mientras El Caribe decreció -11,4 %