La calificadora de riesgo Standard & Poor`s (S&P) informó que, tras el cambio de la perspectiva estable a negativa para Colombia, la entidad también revisó la perspectiva sobre tres bancos comerciales y dos estatales, que pasaron de tener una perspectiva estable a negativa.
“Revisamos la perspectiva de cinco bancos colombianos a negativa de estable y confirmamos sus calificaciones crediticias”, precisó S&P.
Una de las entidades revisadas es Bancolombia S.A. y compañías subordinadas, lo cual abarca el núcleo del banco en Panamá, las subsidiarias Banistmo S.A. y Bancolombia Panamá S.A.
También está Banco de Bogotá y sus subsidiarias; Banco Davivienda; Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter; y Financiera de Desarrollo Nacional, FDN.
“Al mismo tiempo, afirmamos las calificaciones crediticias de emisor a largo y corto plazo de ‘BB+/B’ de los bancos”, confirmó la calificadora de riesgo en su comunicado oficial.
Efecto país
Esto sería, como se indicó, como consecuencia del cambio de la perspectiva de Colombia de estable a negativa, ya que la calificadora de riesgo considera que esto se da dado que “no calificamos a las instituciones financieras colombianas por arriba de las calificaciones soberanas en moneda extranjera debido a los efectos directos e indirectos que un estrés soberano tendría en las operaciones comerciales y la calidad crediticia de los banco”.
Sin embargo, aclaro que, en general, “el sector bancario colombiano mantiene características que aún respaldan una evaluación de riesgo económico más sólida que la de sus pares en la región con un nivel de riesgo económico de ‘8’, como Costa Rica, Honduras, Jamaica y Paraguay. Por ejemplo, la economía colombiana refleja una mayor diversificación y un PIB per cápita más alto que el de sus pares, lo que se traduce en una economía más resiliente”, explicó la agencia calificadora.
“Además, la cartera de crédito del sector bancario colombiano está bien diversificada (en cuanto a sectores económicos, líneas de negocio y clientes), tiene una baja exposición a préstamos en moneda extranjera y tiene un enfoque conservador hacia los créditos al consumo e hipotecarios”, agregó S&P.
Finalmente, S&P destacó que la calificación de Colombia señala un “riesgo de un potencial cambio estructural”. Además, resaltó que si se materializa un escenario con crecimiento económico por debajo de 3% (su tasa de tendencia), y no hay medidas correctivas, esto puede contribuir a “deslizamiento fiscal o mayores vulnerabilidades externas”. Por esto, existe el riesgo de una rebaja de la calificación en el los próximos dos años.