Un grupo de manifestantes guatemaltecos amenazaba esta tarde con irrumpir en el Congreso de Guatemala ante el retraso de la juramentación del presidente electo Bernardo Arevalo y la vicepresidenta Karin Herrera.
La ceremonia, a la que asistieron varias delegaciones internacionales, estaba pautada para las 3:00 p.m. hora local. Sin embargo, la Sesión Solemne estuvo en vilo ante el hecho de que la Comisión de Credenciales, compuesta por los congresistas salientes, tardó en su labor de revisar los documentos de los diputados electos.
Ante esto, los nuevos diputados tardaron en juramentar, al igual que la Junta Directiva del Congreso, grupo responsable de la investidura del presidente y vicepresidenta electa.
Las inmediaciones del Congreso se mantienen rodeadas por la policía, mientras partidarios del nuevo mandatario piden que comience el proceso de juramentación.
Más temprano hubo encontronazos entre las autoridades y las personas que protestaban.
Por su parte, Arévalo acudió en la tarde del domimgo a la red social X para hacer un llamado a los diputados.
“Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder. El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando”, sostuvo.
Luego indicó que la ceremonia comenzaría a las 4:00 p.m. hora local, pero esto no ha sucedido.
La sesión para juramentar a los nuevos diputados estaba pautada para las 8:00 a.m., pero se atrasó por una petición del Movimiento Semilla, partido de Arévalo, que acudió a la Corte Constitucional para que el ente resolviera si podían formar parte de la Junta Directiva del Congreso tras haber sido inhabilitados como agrupación política el pasado noviembre.
Los jueces determinaron que tendrían que juramentar como independientes, lo que debilita el mandato del próximo presidente, ante el hecho de que no solo no podrán formar parte de la Junta Directiva, sino que tampoco podrán presidir comisiones.
Los legisladores juramentaron finalmente sobre las 7:30 p.m. hora de Guatemala, en una sesión que estuvo precedida por enérgicos discursos que alegaban violaciones a la Constitución.
Apoyo internacional
Ante el retraso de la juramentación de Arévalo, varias delegaciones internacionales expresaron su apoyo al político, entre estas Colombia, Honduras, Costa Rica y Estados Unidos, así como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
“Aquí en Guatemala, aún el Congreso de la República no se pone de acuerdo para elegir su junta directiva que es la que tiene que posesionar al presidente Bernardo Arévalo”, compartió esta noche en X Gustavo Petro, presidente colombiano que se encuentra en Guatemala.
“La fiscalía, como en Perú, como en Colombia, ha tenido una actitud adversa a la presidencia e incluso ha intentado poner presa a la vicepresidente elegida por el pueblo”, agregó.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, hizo un llamado similar. “El pueblo y los poderes del estado de Guatemala deben respaldar al presidente”.
Y más tarde, Luis Almagro, secretario general de la OEA, leyó ante varios medios una declaración conjuta flanqueado por algunas de las delegaciones que visitan el país centroamericano, que, en un hito histórico, se reunieron por pedido de la cancillería de Costa Rica.
“Hacemos un llamado al Congreso de la República a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder como exige la Constitución en el día de hoy al presidente electo Bernardo Arévalo y la vicepresidenta electa Karin Herrera”, dijo.
“El pueblo guatemalteco expresó su voluntad democrática en elecciones justas, libres y transparentes avaladas por la comunidad internacional”, añadió.
Un camino de obstáculos
El ascenso de Arévalo a la cima del poder en Guatemala ha sido una carrera de obstáculos, pese a su amplio apoyo electoral.
Fue elegido presidente guatemalteco en un balotaje el 20 de agosto con un 60,9% de apoyos y con un discurso anticorrupción.
Pero el sociólogo y diplomático de 65 años denunció durante meses las tentativas de burlar los resultados electorales por parte de funcionarios públicos que catalogó como “corruptos”, y quienes impulsaron la suspensión de la personería jurídica del Movimiento Semilla, el partido progresista cofundado por él.
En diciembre, Arévalo llegó a decir públicamente que intentaban realizarle un “golpe de estado”.
Pero el Ministerio Público asegura que hay irregularidades en la constitución del Movimiento Semilla.
Mientras que Arévalo señaló en concreto a la fiscal general Consuelo Porras como responsable. Además le pidió que dimitiera después de que ordenara allanar el Tribunal Supremo Electoral alegando presuntas anomalías en los comicios que él ganó.
Porras fue incluida por Estados Unidos en una lista de actores corruptos y antidemocráticos por su polémica gestión, pero contó con el apoyo del presidente saliente Alejandro Giammattei.
El conflicto generó protestas a favor de Arévalo, que dio la sorpresa en las elecciones y luego de su juramentación se convertirá en el presidente más progresista desde el retorno a la democracia hace casi 40 años.