Cada semana se registra una nueva baja en las reservas internacionales netas del país (RIN), depositadas en el Banco Central de Honduras, (BCH). Al 13 de julio, las reservas se han reducido en “552.4 millones de dólares”, un 13% menos en relación a diciembre del año pasado.
Las cifras preliminares del BCH, señalan que “el saldo de las RIN se ubicó en US$7,869.1 millones, menor en US$552.4 millones al observado al cierre de 2022“, cuando se acumulaban 8.421 millones de dólares.
La millonaria caída, explica el BCH, se debe “esencialmente por servicio de deuda (pago deuda pública) de US$544.9 millones y venta directa de divisas para importación de combustibles en US$336.1 millones”.
Además que esas erogaciones fueron compensados por compras netas de divisas de US$194.7 millones y desembolsos en
US$133.9 millones.
El pago del servicio de la deuda pública, externa e interna, está presupuestada para este año y la Secretaría de Finanzas es la encargada de establecer las fuentes de financiamiento.
Remesas representan el 50% de las divisas
El egreso de divisas (venta por parte de los agentes cambiarios), al 13 de julio, fue de US$9.496.5 millones (menor en 1,8% en comparación a la misma fecha del año previo), destinado primordialmente a importaciones de bienes (US$7,610.4 millones, 80.1% del total de egresos y muestra una contracción interanual de 3.8%).
Por su parte el ingreso de divisas de los agentes cambiarios ascendió a US$9,698 millones (superior en 1,1% en comparación a la misma fecha del año anterior), los cuales se derivaron esencialmente por remesas familiares y exportación de bienes.
Y es que las remesas sumaron US$4,848 millones, 50% del total de ingresos y registra un incremento interanual de 7,2%. Este porcentaje de crecimiento es casi tres veces menor al registrado en similar fecha de 2022 cuando el aumento interanual fue de 20,6%.
La exportación de bienes dejó US$2,430.8 millones a esa fecha.