La presión externa no impedirá que Taiwán se relacione con el mundo, dijo este miércoles la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen al partir hacia Estados Unidos, mostrándose desafiante después de que China amenazara con tomar represalias si se reúne con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy.
China, que reclama Taiwán como territorio propio, gobernado democráticamente, ha advertido en repetidas ocasiones a las autoridades estadounidenses que no se reúnan con Tsai, al percibirlo como un apoyo al deseo de la isla de ser considerada un país separado.
Tsai viajará a Guatemala y Belice, pasando primero por Nueva York y luego por Los Ángeles a la vuelta. Aunque no está confirmado oficialmente, se prevé que se reúna con McCarthy durante su estancia en California.
La mandataria llegará el viernes 31 de marzo a Guatemala y el domingo 2 de abril irá a Belice; a su regreso, hará una escala en California para reunirse con McCarthy.
“La presión externa no obstaculizará nuestra determinación de relacionarnos con el mundo”, dijo en el principal aeropuerto internacional de Taiwán, Taoyuan, en una referencia velada a China.
“Estamos tranquilos y confiados, no cederemos ni provocaremos. Taiwán caminará con firmeza por la senda de la libertad y la democracia y se adentrará en el mundo. Aunque este camino sea duro, Taiwán no está sola”, añadió.
En declaraciones hechas en Pekín poco antes de que Tsai partiera, Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, dijo que los “tránsitos” de Tsai por Estados Unidos no consisten solo en su espera en el aeropuerto o en el hotel, sino que se reuniría con representantes y legisladores estadounidenses.
“Si ella tiene contacto con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, McCarthy, será otra provocación que viola gravemente el principio de una sola China, daña la soberanía y la integridad territorial de China, y destruye la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, dijo.
“Nos oponemos firmemente a ello y tomaremos definitivamente medidas para contraatacar con determinación”, añadió Zhu, sin dar más detalles.
Los tránsitos de Tsai se producirán en un momento en que las relaciones de Estados Unidos con China se encuentran en lo que algunos analistas consideran su peor estado desde que Washington normalizó los vínculos con Pekín en 1979 y modificó el reconocimiento diplomático de Taipéi.
China se adjudicó otra victoria diplomática sobre Taiwán el domingo, cuando Honduras, hasta entonces un aliado leal de Taiwán, cambió su reconocimiento diplomático por el de Pekín. Ahora solo 13 países mantienen lazos formales con Taiwán.
Taiwán es la cuestión territorial más delicada de China y una de las principales manzanas de la discordia con Washington, que, como la mayoría de los países, solo mantiene lazos no oficiales con Taipéi. Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos está obligado por ley a proporcionar a la isla los medios para defenderse.
No hay razón para represalias
Estados Unidos afirma que este tipo de tránsitos de los presidentes taiwaneses son rutinarios y que China no debe aprovechar el viaje de Tsai para adoptar ninguna medida agresiva contra Taiwán.
Estados Unidos no ve ninguna razón para que China reaccione de forma exagerada ante los viajes que la presidenta de Taiwán tiene previsto realizar a Estados Unidos esta semana y el mes que viene, según dijeron altos cargos estadounidenses antes de la partida de Tsai.
Un alto responsable estadounidense dijo que en sus tránsitos anteriores Tsai había participado en una serie de actividades, incluidas reuniones con miembros del Congreso, de la diáspora taiwanesa y otros grupos.
“Así que no hay absolutamente ninguna razón para que Pekín utilice este próximo tránsito como excusa o pretexto para llevar a cabo actividades agresivas o coercitivas dirigidas a Taiwán”, dijo el representante.