Quienes nacieron entre 1980 y 1995, buscan adaptabilidad de los empleos a su vida personal
La pandemia de covid-19 les confirmó a millennials y centennials que la flexibilidad laboral es lo más importante en un trabajo. Principalmente a las personas más jóvenes, quienes, contrario a lo que podría pensarse, valoran menos que sus colegas de la generación anterior el cocimiento tecnológico en las empresas.
Los resultados de la Encuesta millennial y gen Z 2021, elaborada por la consultora Deloitte, muestran que lo más significativo para las personas que nacieron entre 1980 y, más o menos, 1995 (millennials), es la adaptabilidad de los empleos a su vida personal y viceversa; 48% lo estimó así.
En tanto, 54% de quienes nacieron entre los inicios de 1990 y el 2003 (centennials) dijeron que la flexibilidad es lo mejor que pueden ofrecer las empresas. En el caso del conocimiento tecnológico, esto es relevante para 27% de la generación Z y para 40% de la millennial.
Las decisiones laborales que la mayoría de ambos grupos han tomado en los últimos dos años han sido basadas en sus creencias personales y su ética. El 60% indicó que esto ha pesado para aceptar trabajar o no en una organización determinada. Sin embargo, el desempleo es una de sus principales preocupaciones.
La crisis desatada por la pandemia en diferentes ámbitos “ha cambiado sus principales preocupaciones personales”, señala el informe. La asistencia sanitaria y la prevención de enfermedades son dos temas en los que ahora muestran especial interés.
“Pero el cambio climático y la protección del medio ambiente siguen siendo un tema importante, ocupando el puesto número uno para la Gen Z y el tercero para los millennials”. La discriminación y la desigualdad son otros problemas que estas generaciones no están dispuestas a dejar pasar en su entorno, incluyendo el lugar de trabajo.
Salud mental, ¿cómo reaccionaron en su trabajo?
El estudio de Deloitte señala que el impacto de la pandemia en la salud mental de estas dos poblaciones no es menor, entre 35% y 41% de los encuestados señala que ha experimentado ansiedad y estrés en el último año. Sin embargo, este resultado está cinco puntos por debajo de la media a nivel mundial
Las mujeres de ambos grupos en México son quienes más manifestaron un impacto en su salud mental: 41% de las millennials y 56% de las centennials. Para todas y todos, en ambas generaciones, la principal preocupación en este terreno es el bienestar de su familia.
El segundo lugar entre las inquietudes de la generación del milenio es su futuro financiero a largo plazo; para la Z, su trabajo o las perspectivas que les pueden ofrecer sus carreras. La tercera preocupación para el grupo de más edad son sus finanzas del día a día y para la población más joven, su futuro financiero a largo plazo.
La mitad de las y los jóvenes expresa que le ha hecho saber las inquietudes sobre su salud emocional a sus empleadores. Sin embargo, más de una tercera parte dijo que en sus trabajos no se llevaron a cabo iniciativas para apoyarlos en su bienestar mental en los momentos más difíciles de la pandemia, ni tampoco están impulsando políticas sobre este tema en este momento.
En general, manifiestan una mala opinión de las actitudes de las empresas. 77% de los grupos piensa que las compañías están enfocadas en su propia agenda y no en la de la sociedad en general. El 66% de millennials dice que la ambición de las organizaciones privadas es sólo generar dinero, el año pasado 63% expresaba esto mismo. En el caso de centennials, 77% lo considera así.