El mayor fabricante de automóviles del mundo saca fuerzas de flaqueza y presenta unos resultados semestrales más que solventes apoyándose en la estrategia de salida del «Dieselgate».
En los primeros seis meses de este año, Volkswagen AG ha generado un beneficio de 10.000 millones de euros, casi 2.000 millones de euros más que en el mismo período del año pasado.
Así consta en el comunicado publicado a primera hora desde su sede en Wolfsburg. Con el aumento de ganancias reportado, Volkswagen se distingue de otros fabricantes de automóviles como BMW y Daimler, que actualmente publican números y pronósticos más débiles.
Teniendo en cuenta únicamente el segundo trimestre, Volkswagen aumentó su beneficio operativo en casi un 30% hasta los 5.100 millones de euros.
Este aumento espectacular se debe a que Volkswagen había reservado 1.600 millones de euros en relación con el escándalo del diesel hace un año, un peso que lastraba el balance general.
Pero también hay motivos objetivos para el diagnóstico favorable, como el volumen de negocios, que aumentó casi un 7% hasta los 65.000 millones de euros.
“En la primera mitad del año, al Grupo Volkswagen le fue muy bien en un mercado global en general debilitado”, explica el jefe de finanzas d ella empresa, Frank Witter.
En contraste con sus competidores, Volkswagen confirma nuevamente su pronóstico para este año: de acuerdo con esto, el fabricante con sus doce marcas continúa esperando un aumento en las ventas de hasta el 5% y un rendimiento operativo de artículos especiales de entre el 6,5% y el 7,5%.
La clave parece estar en las ventas en Asia y en al adaptación de la marca a las nuevas plataformas de ventas.
Amazon México, por ejemplo, está colaborando con Volkswagen para vender los últimos Beetles y la acción se ha convertido en una creativa apuesta de comercio electrónico que genera pautas de relevancia y que consigue resultados que no logran obtener los concesionarios.