El vicepresidente del Congreso Nacional, Hugo Noé Pino, consideró que “no es el momento” de reducir el Impuesto Sobre Venta (ISV) de 15 a 12%, como se propuso en la Cámara Legislativa, porque las finanzas públicas están debilitadas.
“Hay que tomar en consideración de que se respeta el derecho que tienen todos los legisladores en el Congreso Nacional de presentar los proyectos que consideren que son apropiados para el país y obviamente uno de los elementos importantes acá es la opinión de la Secretaría de Finanzas, que es la que realmente conoce a profundidad como están las proyecciones de ingreso, cuánto impactaría una situación de esta naturaleza”, declaró.
Mi opinión particular, dijo, desde el punto de vista económico y conociendo las finanzas públicas me dice de que en estos momentos no se puede hacer una medida de esa naturaleza porque en primer lugar el gobierno recibió unas finanzas públicas bastante deterioradas, en segundo lugar, buscando beneficiar a grupos de menores ingresos, se han establecido subsidios tanto para los derivados del petróleo como para la electricidad.
“Por lo tanto, no sería conveniente tomar una medida de esa naturaleza que reduciría sustancialmente y el principal impuesto, el impuesto del cual se recibe la mayor cantidad de recursos, así que creo que obviamente, la comisión de dictamen lo va a analizar, lo va a discutir como se debe de hacer con todos los proyectos de ley y va a llegar a una conclusión determinada”, manifestó.
Reconoció cuando se subió de 12 al 15 y del 15 al 18%, el consumidor sintió ese impacto, pero que ahora el Poder Ejecutivo debe establecer las medidas para buscar aumentar estos ingresos “a través de una lucha frontal contra la evasión fiscal, una reducción de las exoneraciones, mejoras en la administración tributaria de tal forma de que un mejoramiento en los ingresos permita en el futuro poder analizar la posibilidad de reducir ese impuesto”.
Para Mauricio Diaz Burdett, Coordinador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), la reducción del principal impuesto que recibe el Gobierno, requiere de un mayor análisis tanto en el impacto fiscal como el consumo por parte de la población lo que se reflejaría en la economía.