El año pasado, a nivel global, se vendieron más de 895.000 millones de dispositivos, un alza del 11,7%
Ingresar a una plataforma online para programar cuándo debe encenderse el aire acondicionado o las luces de tu casa, revisar si la alarma de seguridad está activada o incluso monitorear la huella de carbono del consumo energético de tu hogar son, hoy en día, situaciones que se están convirtiendo rápidamente en una realidad en nuestros hogares conectados.
El hogar inteligente ya era una tendencia creciente en todo el mundo antes de la pandemia del COVID-19, y fue impulsada por el aumento de la penetración de la banda ancha, el incremento de la renta disponible y la mayor concientización de los consumidores sobre los dispositivos domésticos inteligentes, así como el ahorro de costos, la comodidad y la eficiencia energética que pueden aportar.
Pero la demanda de estos dispositivos se intensificó a medida que la gente pasaba más tiempo en casa durante los cierres forzosos y quería un entorno de trabajo/estudio más cómodo. De igual manera, al no salir tanto de sus casas, las personas disponían de más ingresos para mejorar el hogar con dispositivos inteligentes.
A pesar de las interrupciones en las cadenas de suministro causadas por la pandemia, el mercado mundial de dispositivos para el hogar inteligente siguió creciendo un 11,7% para un total de 895 millones de dispositivos distribuidos en 2021, de acuerdo con la principal firma mundial de servicios de consultoría tecnológica IDC.
América Latina sigue una tendencia similar y vio unos 40 millones de dispositivos Smart Home enviados en 2022, un 13,1% más que los 35 millones de dispositivos de 2021.
“La noción del ‘hogar inteligente’ está verdaderamente en la corriente principal en muchas partes del mundo ahora”, mencionó Adam Wright, analista senior de investigación para el programa de consumidores de Internet de las cosas (IoT) de IDC.
“Los dispositivos domésticos inteligentes han demostrado su mérito durante la pandemia mundial al añadir un valor significativo a la vida de las personas en el hogar, como aliviar el aislamiento social, mejorar la seguridad del hogar y ofrecer comodidad y entretenimiento, entre otros beneficios. De cara al futuro, y animado por la fuerte demanda, el mercado está preparado para un sólido crecimiento a pesar de las continuas interrupciones de las cadenas de suministro, la logística y las economías desiguales en todo el mundo.”
Categorías de dispositivos
Según IDC, a nivel mundial, los dispositivos de entretenimiento de vídeo, como los televisores inteligentes, los sticks de streaming y los decodificadores conectados a Internet, fueron la categoría más popular en 2021, con una cuota de mercado del 35%, seguida de la supervisión/seguridad del hogar (21%), la iluminación (10%) y otros (35%), que incluyen electrodomésticos como refrigeradores, aparatos de aire acondicionado y lavadoras, así como termostatos, enchufes y medidores inteligentes. Pero para el periodo 2021-2026, se prevé que la iluminación inteligente sea la categoría que más crezca a nivel mundial, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 23,6%.
No obstante, habrá algunos factores que limiten el desarrollo del mercado, en particular la preocupación de los consumidores por la posibilidad de que sus dispositivos sean hackeados y se les robe la información personal, así como los costos de funcionamiento de estos servicios y la falta de estandarización en cuanto a la forma en que estos dispositivos interoperarán con las redes existentes.
¿Cómo será el futuro del hogar inteligente en los próximos años?
El entretenimiento y los asistentes virtuales para encender y apagar las luces ya han llegado, así como las cámaras de seguridad, las cerraduras inteligentes y el control de la climatización, todo lo cual se puede controlar desde una aplicación de smartphone. Teniendo en cuenta el escenario mundial con el aumento de los costos de la energía, es probable que en los próximos años haya una mayor proliferación de enchufes, altavoces y ampolletas inteligentes y dispositivos para cargar vehículos eléctricos. En cuanto a la seguridad, habrá más cámaras de videovigilancia en nuestras puertas.
La Inteligencia Artificial también adquirirá un mayor protagonismo, donde los entornos del hogar se adaptarán al comportamiento y las rutinas de sus habitantes. Los relojes despertadores leerán el horario del propietario y se programarán en consecuencia. Los sensores de salud detectarán signos de enfermedad, se conectarán con monitores de salud portátiles y pedirán automáticamente medicamentos.
El software atenuará las luces y reproducirá música suave por la noche, según los hábitos de sueño de la persona o su estado de ánimo aparente. Las persianas se levantarán con el sol. Las cámaras de seguridad aprenderán a distinguir entre un perro ruidoso y un intruso. Incluso los televisores podrían encenderse cuando la gente se siente en el sofá. Todo puede estar conectado, pero lo que realmente deba estarlo estará determinado por la necesidad y la demanda de los mismos usuarios.