Rusia prohibió temporalmente las exportaciones de diésel y gasolina en un intento por estabilizar los suministros internos, lo que agrega presión a los ya ajustados mercados mundiales de combustible.
“Las restricciones temporales ayudarán a saturar el mercado de combustible, lo que, a su vez, reducirá los precios para los consumidores” en Rusia, indicó la oficina de prensa del Gobierno en su sitio web. La prohibición, que también se aplica a la gasolina, entra en vigor este jueves 21 de septiembre y no tiene fecha de término, según el decreto gubernamental firmado por el primer ministro, Mijaíl Mishustin.
Hay excepciones para suministros menores, como entregas a algunos socios de alianzas comerciales, además de ayuda humanitaria y tránsito, según el decreto.
Los precios en Europa se dispararon ante la amenaza de que la medida agrave la escasez global. Las refinerías de petróleo del mundo enfrentan dificultades para producir suficiente cantidad de combustible en medio de una reducción de los suministros de crudo de Rusia y Arabia Saudita, los mayores productores dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados.
En el noroeste de Europa, la prima de los futuros del diésel de referencia frente al petróleo crudo —conocida como ICE Gasoil Crack— subió bruscamente y superó los $36 el barril, según datos compilados por Bloomberg.
Los futuros de diesel para entrega en octubre también se encarecieron en relación con los barriles que llegarán el mes siguiente. La estructura alcista, conocida como forwardation , superó los $35 por tonelada.
Precios en alza en el país
En los primeros 13 días de septiembre, Rusia exportó un promedio de cerca de 63.000 toneladas diarias de diésel y poco más de 8.000 toneladas diarias de gasolina, según una persona con conocimiento del tema.
Las exportaciones diarias de diésel cayeron 31% frente al promedio de los primeros 30 días de agosto debido a que las refinerías están en medio de un mantenimiento estacional ya que los productores redirigieron más combustible al mercado interno luego de los esfuerzos del Gobierno por bajar los precios.
El Gobierno de Rusia ha pasado semanas en conversaciones con los productores de petróleo para decidir medidas para frenar el aumento de los precios del combustible.
El aumento de los precios del combustible para automóviles ha sido uno de los mayores contribuyentes a la inflación, un potencial problema político mientras el Kremlin se prepara para las elecciones presidenciales de marzo. Los precios minoristas de la gasolina y el diésel en Rusia se elevaron 9,4% en lo que va del año hasta el 18 de septiembre, frente a un incremento en los precios generales al consumidor de 4%, según los datos más recientes del Servicio Federal de Estadísticas.