El banco de inversión Morgan Stanley bajó la calificación de las acciones mexicanas a “Igual Peso” tras la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del 2 de junio.
La decisión de Morgan Stanley se basa en dos factores principales:
1. Incertidumbre sobre la política migratoria:
La postura de la nueva presidenta sobre la cooperación con Estados Unidos para limitar la inmigración aún no está clara, lo que genera incertidumbre para los inversores.
Si bien una menor inmigración podría beneficiar a la economía estadounidense en el corto plazo, también podría afectar negativamente al PIB de México, su segundo socio comercial más importante.
Morgan Stanley advierte que la falta de claridad sobre la política migratoria de Sheinbaum podría generar volatilidad en el mercado de valores mexicano.
2. Preocupaciones sobre la capacidad de generar electricidad:
La nota de Morgan Stanley también destaca la preocupación de que México no tenga la capacidad suficiente de generar electricidad para apoyar un mayor crecimiento económico.
Este es un problema crucial, ya que México se perfila como un potencial beneficiario del “mundo multipolar” debido a su mano de obra competitiva, cercanía a Estados Unidos y acuerdos comerciales favorables.
Sin embargo, si México no puede garantizar un suministro de electricidad confiable, podría perder esta oportunidad de crecimiento.
En general, Morgan Stanley se muestra cauteloso sobre el panorama económico de México a corto plazo.
La firma prefiere invertir en mercados con fundamentos más claros como Japón y Europa, mientras que mantiene una posición neutral en renta fija mexicana a la espera de mayor claridad sobre la dirección de las políticas.
La bajada de calificación de Morgan Stanley es un reflejo de las preocupaciones que muchos inversionistas tienen sobre el futuro de México.
