La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service decidió este jueves rebajar la perspectiva de las calificaciones de Grupo Aval (propietarios de Banco de Bogotá y BAC Credomatic) que se cambió a “negativa (puede bajar su nota), desde estable”.
La calificadora mantuvo todas las calificaciones y evaluaciones asignadas a Banco de Bogotá SA (Banco de Bogotá), incluida su evaluación crediticia básica (BCA) ba1 y la evaluación global de largo plazo Baa2.
Las calificaciones de depósitos y deudas senior no garantizadas; calificaciones y evaluaciones asignadas a BAC International Bank, Inc (BAC), incluyendo sus calificaciones de depósitos ba1 BCA y Ba1, así como las calificaciones asignadas a Grupo Aval Acciones y Valores S.A. (Grupo Aval) y Grupo Aval Limited.
La perspectiva de las calificaciones de Banco de Bogotá sigue siendo negativa y la de BAC permanece estable, mientras que la perspectiva de las calificaciones de Grupo Aval se cambió a negativa, de estable.
Las acciones de calificación siguen al anuncio del Banco de Bogotá y Grupo Aval el 15 de septiembre de 2021, de que pretenden escindir el 75% de Leasing Bogotá SA Panamá (LBP), matriz de BAC, lo que daría lugar a que Banco de Bogotá y Grupo Aval dejen de controlar y consolidar Leasing Bogotá SA Panamá.
La transacción está sujeta a aprobaciones regulatorias en Colombia, Panamá y Estados Unidos, jurisdicciones donde opera el grupo, y también está pendiente de aprobaciones por parte de ciertos acreedores y accionistas.
A pesar de la expectativa de Moody’s de que el BCA del Banco de Bogotá se mantendrá adecuadamente posicionado en ba1, la perspectiva negativa de Grupo Aval refleja la posibilidad de que la reorganización corporativa conduzca a un aumento en el índice de doble apalancamiento de la controladora, que se ubicó en 119% en junio de 2021.
Un aumento significativo en la métrica por encima del 120%, y la expectativa de que se sostendría en el tiempo, sería negativo para las calificaciones de Grupo Aval. Sin embargo, la potencial inyección de capital por parte del accionista a Grupo Aval ayudaría a reducir la presión sobre su futuro indicador de doble apalancamiento.
El caso de BAC
Al afirmar la calificación de ba1 a BAC, Moody’s reconoce los fundamentos financieros consistentes del banco, como se refleja en su diversificación geográfica y comercial, la continua y sólida generación de ganancias incluso en momentos de estrés, el acceso constante a los depósitos básicos, así como una adecuada gestión de la liquidez, factores que ayudan para compensar las condiciones operativas relativamente débiles en los países donde opera.
La afirmación también captura la expectativa de Moody de que la escisión planificada no conduciría a cambios materiales en los fundamentos financieros y comerciales del banco.
El banco tiene una franquicia bien establecida como el banco más grande de Centroamérica, que esperamos continúe brindándole oportunidades comerciales y acceso a financiamiento a pesar de que ya no está controlado por el Banco de Bogotá.
Además, a pesar de nuestra evaluación previa al anuncio de la escisión de una probabilidad muy alta de respaldo de afiliados a BAC por parte del Banco de Bogotá, este supuesto no tiene ningún efecto en las calificaciones de BAC porque el ba1 BCA del Banco de Bogotá está al mismo nivel de BCA de BAC.
Por lo tanto, no se espera que el cambio esperado de la afiliación de BAC al Banco de Bogotá lleve a un cambio en las calificaciones del banco. Sin embargo, dado el cambio en la supervisión de la administración que implica la reorganización corporativa, cualquier deterioro en el gobierno corporativo y la administración de riesgos del banco tendría implicaciones crediticias negativas en la BCA básica del banco.