El índice de precios de los alimentos, calculado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se mantuvo prácticamente invariable entre junio y julio.
La factura global de los precios alimentarios apenas varió en julio, ya que la caída de los cereales fue “compensada” por la subida de precios de aceites vegetales, carne de vacío, pollo y azúcar, indicó un informe de la FAO.
El índice, que sigue la evolución de los precios internacionales de una canasta de productos básicos, es sin embargo “un 3,1% inferior al valor registrado un año antes” y “un 24,7% inferior al nivel récord de 160.3 puntos alcanzados en marzo de 2022”, informó la FAO.
En julio, “la caída de los precios de los cereales compensó la subida de los del aceite vegetal, la carne y el azúcar”.
“El aumento de los suministros estacionales debido a las cosechas de trigo de invierno en curso en el hemisferio norte, y las condiciones generalmente favorables en Canadá y Estados Unidos, que apuntan a grandes cosechas de trigo en primavera” participó a la bajada de los precios internacionales del cereal, señaló la FAO.
El organismo de la ONU resaltó que la “fuerte competencia entre los exportadores y la debilidad de la demanda mundial también han lastrado los precios del trigo”.
El índice de precios de aceites vegetales, en cambio, “alcanzó su nivel más alto desde hace un año y medio”. El azúcar también aumentó debido a una producción “más débil de lo previsto en Brasil durante la primera mitad de mes”, detalla la FAO.
En cuanto a la carne, los precios subieron de manera general para la ternera y el cordero, así como para las aves de corral.