Las cinco recomendaciones a corto plazo que hace el FMI al Gobierno

La crisis de energía fue incluida en el informe del FMI

Piden “mayor coherencia entre las políticas monetarias y cambiarias” (en el Banco Central)

La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que visitó el país del 5 al 16 de junio en el marco de la consulta del Artículo IV con Honduras, concluyó su evaluación advirtiendo los efectos de la menor actividad económica de Estados Unidos, la larga sequía, la crisis de energía y los problemas estructurales del país.

Al mismo tiempo pidieron una “mayor coherencia de las políticas monetaria y cambiaria respaldaría la desinflación, reduciría las presiones sobre el tipo de cambio y protegería las reservas”.

“A mediano plazo, las medidas deben sustentarse en las iniciativas que las autoridades vienen aplicando para reforzar todavía más los marcos de política, reformar el sector energético y fortalecer el buen gobierno y la transparencia:

Política fiscal. La eliminación de los fondos fiduciarios es un paso importante para consolidar la transparencia y rendición de cuentas en relación con el gasto. Seguir mejorando la credibilidad e implementación del presupuesto—lo cual comporta la introducción de una ley de responsabilidad fiscal, el refuerzo de la cuenta única de tesorería, mejoras en la gestión financiera pública y la modernización del marco de contrataciones públicas—también permitirá respaldar la gestión fiscal.

Es preciso seguir avanzando en la diversificación de las fuentes de financiamiento y el desarrollo de mercados de deuda locales; por ejemplo, reanudando las emisiones de bonos públicos en el mercado interno. El financiamiento del Gobierno por el Banco Central debe ser evitado.

Tasa de política monetaria y tipo de cambio. Es fundamental reforzar el marco de las políticas monetarias y cambiarias para anclar las expectativas de inflación, preservar la competitividad externa y crear las condiciones necesarias para permitir el retorno gradual a una asignación de divisas basada en el mercado. En apoyo a la implementación del régimen de banda móvil, debe estudiarse la posibilidad de ampliar la banda cambiaria y de que la tasa de ajuste tenga en cuenta los diferenciales de inflación proyectados con los socios comerciales.

Sector energético. Es necesario adoptar una estrategia de amplio espectro para abordar las complicadas condiciones del sector energético. El abandono de los últimos años obligará a invertir de manera significativa y urgente en todos los ámbitos del sector energético, es decir, producción, transmisión y distribución. Debe acelerarse la implementación del Programa Nacional para la Reducción de Pérdidas (PNRP) técnicas y no técnicas, el proceso de reembolso de pagos atrasados a generadores debe continuar, y renegociarse los contratos con estos a un costo inferior.

Buen gobierno y transparencia. Acogemos con satisfacción el firme compromiso de las autoridades con la lucha contra la corrupción, el aumento de la transparencia y el fortalecimiento del marco de lucha contra el lavado del dinero y el financiamiento del terrorismo. Se han adoptado medidas importantes, como el establecimiento de una Secretaría de Transparencia y la esperada creación de una comisión anticorrupción respaldada por las Naciones Unidas. Este marco debe seguir siendo acorde con las normas internacionales. En este sentido, “deben revertirse inmediatamente las medidas introducidas por el Decreto 93-2021 (reformas al Código Penal), que habían debilitado considerablemente el marco de políticas contra el lavado del dinero y el financiamiento del terrorismo”.

  • Resiliencia climática. Es fundamental adoptar rápidamente medidas contundentes para mejorar la resiliencia; en Honduras, los fenómenos climáticos extremos han generado pérdidas anuales medias equivalentes al 6,3% del PIB en el período 1960-2022. La prevista modernización de la Ley de Cambio Climático y el desarrollo de una estrategia de financiamiento del cambio climático acorde con las contribuciones determinadas a nivel nacional de Honduras deberían contribuir a reforzar la resiliencia.

Sigue siendo esencial mantener una gestión fiscal prudente y políticas fiscales estructurales de apoyo a fin de crear margen de maniobra para satisfacer las importantes necesidades de gasto social e inversión, preservando a la vez la sostenibilidad de la deuda.

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