Por Redacción Dinerohn
La inclusión financiera ayuda a reducir la pobreza e impulsa la prosperidad de un país, por eso es impulsada por los gobiernos, organismos reguladores y muchas instituciones de desarrollo y financieras.
A nivel global se estima que hay 2.500 millones de personas que no utilizan servicios financieros y el 75% de los pobres no tiene cuenta bancaria, según el Banco Mundial.
Para una mayor inclusión financiera el Banco Mundial sugiere: que los servicios financieros lleguen a las poblaciones difíciles de alcanzar, como las mujeres y pobres; profundizar la educación financiera.
Esto con el objetivo que las personas puedan comprender cómo funcionan los diferentes servicios financieros; asegurar que se tengan los documentos de identificación de manera fácil y bajo costo; establecer marcos sólidos de protección financiera del consumidor y, finalmente, promover la creación de productos financieros útiles y pertinentes.
A nivel de Latinoamérica, existen brechas de género en cuanto a la inclusión financiera, porque las mujeres se posicionan en una situación de desventaja con relación a los varones en conocimientos y capacidades financieras.
En efecto, sólo el 49% de las mujeres poseen una cuenta bancaria, el 11% ahorra y 10% tiene acceso al crédito; en cambio en el caso de los varones estas cifras ascienden a 54%, 16% y 13%, respectivamente según datos del Banco Mundial.
Una encuesta del FMI, señala que solo el 40%, en promedio, de los depositantes y prestatarios de los bancos eran mujeres. “Estos datos agregados ocultan enormes variaciones según la región y el país. Por ejemplo, en Brasil las mujeres representaban el 51% de los prestatarios, mientras que en Pakistán eran solo el 8%”, detalla la publicación.
Este organismo multilateral da ejemplos de cómo se generan los beneficios con la participación de la mujer. Como en Kenia, donde las mujeres comerciantes que abrieron una cuenta bancaria básica invirtieron más en sus negocios, o en Nepal, país en el que los hogares encabezados por mujeres gastaron más en educación tras abrir una cuenta de ahorro.
Cargos medios
Sin embargo, persisten las brechas de género entre la representación masculina y la femenina en puestos de liderazgo dentro de los bancos y agencias de supervisión bancaria de todo el mundo.
El FMI subraya que menos del 2% de los directores ejecutivos de instituciones financieras y menos del 20% de los miembros de sus directorios ejecutivos eran mujeres. La proporción de mujeres en directorios de agencias de supervisión bancaria también era reducida y solo alcanzaba un promedio del 17% en 2015.
Los países de África subsahariana presentaron las cuotas más altas de mujeres ejecutivas bancarias, mientras que las más reducidas se registraban en América Latina y el Caribe. En tanto, las economías avanzadas se situaban en el medio.
“La brecha de género en materia de liderazgo sí marca la diferencia en términos de estabilidad financiera. Los bancos con una cuota superior de mujeres en su directorio disponían de mayores reservas de capital, una proporción inferior de préstamos en mora y una mayor resistencia a las tensiones”, afirma el estudio.