La calidad del aire empeoró en la capital y en Santa Lucia este martes

La concentración de PM2,5 en Tegucigalpa es actualmente 42.6 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS

Duante casi un mes la capital hondureña vive un deterioro de la calidad del aire y este marte se supera lo niveles de contaminación. Aunque las emisiones contaminantes sean aproximadamente las mismas que otros días, los niveles de contaminación presente en la atmósfera pueden incrementarse con las condiciones meteorológicas actuales.

Durante la mañana se superó el nivel de 400 en el índice de Calidad de Aire (ICA) y esta tarde se mantiene en 288 considerado perjudicial. En el municipio aledaño de Santa Lucia es de 307 considerado “peligroso” para la salud.

Este es el estado actual de la calidad del aire en Honduras. Los puntos morados y rojos muestran zonas donde existe una peor calidad del aire, principalmente, por el aumento de las partículas PM2.5 suspendidas en el aire. Estas partículas proceden fundamentalmente de incendios, el tráfico rodado, la industria, la construcción, la agricultura o las emisiones relacionadas con la calefacción de edificios. Son partículas emitidas directamente a la atmósfera.

La concentración de PM2,5 en Tegucigalpa es actualmente 42.6 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS.

Santa Lucia con el nivel “peligroso” en calidad del aire este martes 21 de mayo

La situación se agrava por la gran cantidad de incendios, al menos ocho de gran escala, detectados por la plataforma IQAir. Se puede observar en el mapa atmosférico que todo el país vive una elevada temperatura que aumenta el uso de energía, especialmmente ventiladores.

¿Por qué empeora la calidad del aire?

Bajo la influencia de las altas presiones aumenta la estabilidad atmosférica. Esto significa que se reducen los movimientos verticales en la atmósfera, y la falta de mezcla de las masas de aire impide que se dispersen las partículas contaminantes.

Es habitual que incluso lleguen a producirse inversiones térmicas, como ha ocurrido estos días. El aire se queda estancado en la superficie y el resultado es la inevitable acumulación de los contaminantes. A veces se puede observar a simple vista que está ocurriendo este fenómeno cuando vemos que el humo de una chimenea sube hasta cierta altura y luego sólo es capaz de expandirse horizontalmente.

La falta de viento también es muy evidente cuando hay anticiclón, y eso tampoco ayuda a que puedan desplazarse los contaminantes y queden cerca de la fuente que los expulsa. Así mismo, tampoco suele haber lluvia, que consigue arrastrar consigo la contaminación, depositándola sobre las superficies y retirándolas del aire que respiramos.

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