Japón registró un déficit comercial inesperado en septiembre, según mostraron datos gubernamentales este miércoles, ya que el crecimiento de las exportaciones no alcanzó las previsiones, mientras que las importaciones aumentaron mucho más de lo esperado.
La balanza comercial fue un déficit de 234,6 mil millones de yenes (1.540 millones de dólares), en comparación con las expectativas de un superávit de 22,0 mil millones de yenes. El déficit se redujo ligeramente respecto al déficit de 242,8 mil millones de yenes de agosto.
Las exportaciones repuntaron en septiembre, pero aún así no alcanzaron las expectativas, aumentando un 4,2% interanual frente a las expectativas de un 4,6%. Esto fue después de una caída del 0,1% en agosto.
El repunte de las exportaciones señaló cierta estabilidad en la enorme industria exportadora de Japón, especialmente después de que Tokio y Washington firmaran un acuerdo comercial que establece aranceles menos severos para Japón.
La reciente debilidad del yen también respaldó los valores de exportación.
Pero el déficit comercial de septiembre fue impulsado principalmente por un salto inesperado en las importaciones, que crecieron un 3,3% interanual en el mes frente a las expectativas de un aumento del 0,6%. Las importaciones también se expandieron después de una caída del 5,2% en agosto.
Los datos de importación sugirieron que la demanda local fue más fuerte de lo que se esperaba inicialmente, lo que apunta a cierta resistencia en el gasto privado japonés.
Los datos llegan menos de un día después de que Japón eligiera a su primera mujer Primera Ministra, la conservadora de línea dura Sanae Takaichi.
