Unos 150 misiles balísticos fueron lanzados desde Irán hacia Israel, marcando el inicio de la respuesta de Teherán a los intensos ataques israelíes, informaron medios iraníes. Israel señala que ha interceptado 50 misiles
Desde la madrugada del viernes Israel lanzó ataques aéreos contra Irán, dirigidos contra instalaciones nucleares y matando a altos mandos militares, en una escalada importante que podría desencadenar una guerra generalizada en Medio Oriente.
Se escucharon explosiones en Teherán, Natanz —donde se encuentra una importante instalación atómica— y en otras ciudades, según medios locales y redes sociales.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel, utilizó 200 aviones de la fuerza aérea y dijo haber alcanzado alrededor de 100 objetivos, había “golpeado el corazón del programa de enriquecimiento nuclear de Irán”.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, prometió “actuar con fuerza” y vengar un ataque militar israelí contra su país que hasta ahora ha matado a sus generales de mayor rango y ha atacado sitios nucleares clave.
Israel “no debería pensar que todo ha terminado porque atacaron y ya está. No. Ellos empezaron esto e iniciaron la guerra. No les permitiremos escapar ilesos de este gran crimen que han cometido”, declaró Jamenei en un mensaje pregrabado emitido por la televisión estatal.
Israel aprieta el gatillo
Benjamin Netanyahu lleva tres décadas afirmando que la principal amenaza para la existencia de Israel es el programa nuclear iraní. Al menos en dos ocasiones durante ese período, estuvo a punto de atacarlo.
Se trata de una operación de enorme riesgo y gran potencial que definirá el legado del líder israelí con más años en el poder y revolucionará Oriente Medio.
En un discurso a la nación el viernes por la noche, Netanyahu afirmó haber ordenado los preparativos para el asalto en noviembre. Sin embargo, el audaz ataque fue el resultado de una confluencia de factores que datan de años atrás.
El ataque mortal de Hamás en 2023 obligó a Israel a replantearse su defensa y permitió a su ejército diezmar las amenazas de aliados iraníes como Hezbolá. Tras años de esfuerzos, la inteligencia israelí había penetrado en Irán tan profundamente que podía atacar su programa nuclear protegido desde el interior del país. Un presidente estadounidense que lo apoyaba y un círculo de línea dura en el liderazgo israelí permitieron que Netanyahu, con su popularidad empañada, tomara la decisión que había evitado durante tanto tiempo.
Un día después de la primera ola de ataques (cientos de aviones de guerra atacaron cientos de sitios a 1.700 kilómetros de distancia), es demasiado pronto para evaluar cómo se desarrollará esta nueva guerra y si se expandirá más allá de Irán e Israel.
