Para los analistas económicos, el país no registrará nuevas inversiones este año y seguirá dependiendo de pocos sectores para alcanzar un 3,7% de crecimiento anual.
Para Carlos Urbizo, el problema es la baja inversión pública establecida en los presupuestos estatales y la poca efectividad de las concesiones de servicios y vías públicas.
“No hubo las grandes inversiones que tenían que haberse hecho en su momento, entonces simplemente vamos a seguir por inercia, Un cuerpo va a ir en una dirección hasta que venga una fuerza más grande que lo desvía, para arriba, para abajo, para un lado y para lo otro, y eso no ha sucedido en Honduras todavía”, señaló.
El presupuesto estatal, de más de 262.000 millones de lempiras, designa menos del 10% en inversiones, lo demás es gasto, pago de salarios y de deuda externa e interna.
“Prácticamente se está haciendo lo mismo de años anteriores y con eso no va a venir tampoco nada extraordinario ahora para cosechar”, lamenta el economista.
Las inversiones se centran en reemplazo de maquinaria y equipo, no en nuevas empresas o ampliando la oferta de servicios.
Sin inversión no hay generación de empleo y entonces la migración de hondureños será un problema en aumento que provocará reacciones internacionales a corto plazo.
“Entonces la inversión tiene que ver con un beneficio futuro, si no invertimos no vamos a poder cosechar y eso es lo que no está sucediendo en Honduras”, opinó.
Para Hugo Noé Pino, el Presupuesto General 2019 es limitado para las necesidades de desarrollo del país e incluso es menor a lo presupuestado para 2018.
“Se sigue favoreciendo más el gasto en defensa y en seguridad, sobre el bienestar de la población que tare la mejora económica”, destacó.
Recordó que las concesiones, vía Asociación Público Privada (APP), están generando ganancias para los operadores privados y no para la población que recibe tarifas más altas en transporte, energía eléctrica, uso de puertos e incluso de las telecomunicaciones que están semidolarizadas.