Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron menos de lo esperado en febrero, pero la mejora probablemente sea temporal en el contexto de aranceles agresivos a las importaciones que se espera que eleven los costos de la mayoría de los bienes en los próximos meses.
El índice de precios al consumidor subió 0,2% el mes pasado después de acelerarse 0,5% en enero, dijo hoy la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
En los 12 meses hasta febrero, el IPC aumentó 2,8% tras subir 3% en enero.
El primer informe completo de inflación de la administración del presidente Donald Trump mantuvo los precios en niveles que, según los economistas, son incompatibles con el objetivo de 2% de la Reserva Federal.
A principios de este mes, Trump desencadenó una guerra comercial, aumentando los aranceles sobre los productos procedentes de China a 20% e imponiendo un nuevo arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México, antes de reducirlos y otorgar una exención de un mes para cualquier producto que cumpla con las normas de origen del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
Esta miércoles entraron en vigor aranceles aumentados al acero y al aluminio, lo que provocó una rápida respuesta de Europa.
Los consumidores, temerosos del aumento de precios, probablemente se apresuraron a comprar bienes como vehículos motorizados y otros artículos de gran valor, que podrían aparecer en febrero y, si no, en los próximos meses.
Las expectativas de inflación de los consumidores se dispararon en febrero.
“Cuanto más tiempo se mantenga la inflación por encima del objetivo de la Fed, incluso si se debe a factores temporales como los aranceles, mayor será la probabilidad de que las expectativas se desanclen al alza”, afirmó Stephen Juneau, economista estadounidense de Bank of America Securities. “Si eso ocurriera, restablecer la estabilidad de precios sería mucho más difícil para la Fed”.
Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC subió un 0,2% en febrero tras haber ganado un 0,4% en enero.
En los 12 meses hasta febrero, el llamado IPC básico aumentó 3,1% después de haber aumentado un 3,3% en enero.
Tras la cascada de aranceles, los economistas han mejorado sus previsiones de inflación.
Goldman Sachs estima que el Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) subyacente, uno de los indicadores que la Fed sigue para su política monetaria, repuntará de 2,65% en enero a alrededor de 3% en diciembre. Había pronosticado que la inflación subyacente anual del PCE se mantendría en torno a 2% durante el resto del año.
Se espera que el banco central estadounidense mantenga sin cambios su tipo de interés de referencia a un día en el rango de 4,25% a 4,50% el próximo miércoles. Los mercados financieros prevén que la Fed reanude los recortes de tipos en junio debido al deterioro de las perspectivas económicas, tras una pausa en enero.
La tasa de política monetaria se ha reducido en 100 puntos básicos desde septiembre, cuando la Fed inició su ciclo de flexibilización. El banco central aumentó la tasa de política monetaria en 5,25 puntos porcentuales en 2022 y 2023 para controlar la inflación.
