El indicador preferido de la Reserva Federal sobre la inflación subyacente de Estados Unidos aumentó a un ritmo rápido en marzo, lo que reforzó las preocupaciones sobre presiones persistentes sobre los precios.
El llamado índice de precios de gastos de consumo personal básico, que excluye los componentes volátiles de alimentos y energía, aumentó 0,3% respecto al mes anterior, según mostraron los datos publicados el viernes. Respecto a hace un año, avanzó 2,8%.
La medida general de precios PCE también aumentó 0,3% desde febrero y 2,7% respecto al año anterior. El gasto del consumidor ajustado a la inflación aumentó 0,5% más de lo previsto, el mayor aumento este año.
Una inflación más rápida en el primer trimestre, combinada con un gasto estable de los hogares, probablemente persuadirá a las autoridades de la Fed a abstenerse de reducir las tasas de interés, si es que lo hacen, hasta finales de este año. Se espera que los funcionarios que se reunirán la próxima semana mantengan los costos de endeudamiento en su nivel más alto en dos décadas.
Los futuros sobre índices bursátiles subieron, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron a medida que los inversores se aliviaron de los datos de inflación mensuales en línea.
Los banqueros centrales prestan mucha atención a la inflación de los servicios, excluyendo vivienda y energía , que tiende a ser más rígida. Esa métrica subió 0,4% desde febrero, una aceleración con respecto al mes anterior, según la BEA.
Un mercado laboral robusto es la razón principal por la que los hogares aún no han frenado el gasto ante las altas tasas de interés y los precios elevado06
Los desembolsos ajustados por inflación en mercancías aumentaron un 1,1% el mes pasado, lo que refleja un segundo mes consecutivo de gasto sólido en bienes duraderos. Mientras tanto, el gasto en servicios aumentó 0,2%.
