El nearshoring, que se basa en la reubicación de las operaciones industriales en países cercanos o de la misma región para mejorar los procesos de producción y distribución comercial de las empresas, se ha convertido en una oportunidad para los países de América Latina para ser más competitivos aprovechando su cercanía con Estados Unidos.
El profesor de economía de la Universidad Católica de Chile y director de su Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales, Clapes, y Carmen Cifuentes, economista de la Universidad Católica de Chile e investigadora del mismo centro, presentaron un índice regional acerca de cuáles son los países con mayor viabilidad para la relocalización de operaciones.
Se evaluaron cinco factores, el logístico, el legal, de estabilidad y seguridad, el de derechos de propiedad y el desarrollo financiero, basados en índices internacionales realizados por entidades como el Banco Mundial, World Justice Project y el International Property Rights Index.
Con el puntaje asignado a cada indicador, Uruguay y Chile fueron los que obtuvieron la calificación global más alta: 1,2 y uno, respectivamente.
Argentina y Colombia llegó a la novena y décima posición pero con un puntaje de cero.
Después de Colombia, los demás países tienen puntuaciones negativas, incluyendo a México que es el siguiente país en el ranking con -0,1 de calificación global, pero los países que son menos viables para recibir proyectos de nearshoring son Haití, Venezuela y Nicaragua con -1,8, -1,9 y -1 respetivamente. Haití y Venezuela tienen puntajes de -2 en el indicador de violencia y terrorismo.
Honduras se ubica en la posición 15 entre las 20 naciones evaluadas con -0,5.