El Instituto de Competitividad de ADEN realiza desde el año 2010, el Ranking de Competitividad y el Índice de Capital Humano sobre 18 países de América Latina, que totalizan el 99% del PIB regional. En su edición 2022, Chile y Costa Rica se destacan en los primeros puestos a nivel de competitividad, mientras Bolivia y Venezuela se encuentra al final, seguidos por Nicaragua, Guatemala y Honduras.
El Instituto ADEN tiene como objetivo cooperar con los gobiernos de los países de América Latina en la mejora de su competitividad y la gestión del capital humano. El estudio se basa en diez aspectos que ADEN considera para evaluar la competitividad-país:
Cobertura de necesidades básicas, Aspectos institucionales, Infraestructura, Estabilidad macroeconómica, Salud, Educación, Expectativas de la población, Competencia en los mercados, Eficiencia en las relaciones laborales, Acceso a la tecnología.
Además, apunta a explorar los motivos que ubican a cada país en tal posición y efectuar una lectura proactiva respecto de las acciones que debería encarar para sostener y mejorar su posicionamiento.
Impacto del Covid
En comparación con años anteriores el informe 2022 toma en cuenta una variable muy importante: las consecuencias del COVID-19. “Está más que claro que durante los procesos de aislamiento se produjo una importante recesión en todo el mundo, acompañada de un aumento del desempleo y la pobreza”, señala el informe.
América Latina fue una de las más perjudicadas, donde todos los países experimentaron retrocesos en sus registros de actividad y empleo.
Y por si fuera poco la mayoría de los países latinoamericanos pusieron en práctica políticas expansivas de demanda (fiscal y monetaria), lo que los llevó a agudizar sus situaciones de déficit fiscal y deuda pública.
En consecuencia, las estimaciones para 2022 exponen que aquellos países que se hayan visto más afectados han perdido posiciones y los que tuvieron un menor impacto, probablemente muestran un avance.
Ranking general de competitividad 2022
En su edición 2022, Chile, Costa Rica y Panamá se destacan en los primeros puestos con 77 y 74 puntos de 100 posibles, respectivamente. Esta puntuación es considerando los diez aspectos mencionados antes con la ponderación correspondiente (doce puntos para cada uno de los seis primeros aspectos “de base” y siete puntos para cada uno de los cuatro últimos aspectos “de avance”).
Aunque desde 2013 su puntaje y la diferencia existente con respecto a algunos países del grupo se ha ido reduciendo en forma sistemática, Chile continúa manteniendo el liderazgo del ranking. En 2021 su puntaje sufrió una leve desmejora (producto de un flojo desempeño durante la pandemia que el resto del grupo) y la diferencia se ha mantenido.
En segundo lugar se ubica Costa Rica, que también a pesar de una muy leve desmejora ha logrado mantenerse entre los primeros puestos. Muy cerca, Panamá mantiene el tercer lugar (con mejora de su puntaje) y Uruguay baja al cuarto (con desmejora).
A pesar de estos cambios en puntajes y puestos, Costa Rica, Panamá y Uruguay, muestran una escasa diferencia de puntos, lo que permite identificarlos como un grupo de “muy buen nivel de competitividad país”. México aún se encuentra en quinto lugar. La mejora en su puntaje en los tres años anteriores le permitió tomar distancia del grupo que le sigue en el ranking.
Los países que deben seguir trabajando para mejorar su competitividad
A continuación sigue un grupo de tres países que muestran escasa diferencia entre sí en puntaje y podrían caracterizarse como un bloque de “competitividad aceptable”: Brasil, Colombia y Perú.
Hasta la medición anterior se podía adicionar a Argentina al grupo, pero la reducción de su puntaje en 2020 y 2021 la relegaron al décimo primer lugar.
Estas tres naciones muestran un nivel competitivo “medio”, con avances relativos respecto del resto en áreas de infraestructura, aspectos institucionales y, en menor medida, estabilidad macroeconómica.
Paraguay se sitúa a continuación, evidenciando ya algunos problemas competitivos que se mantienen en el tiempo y que no consiguen mejorar para avanzar en el ranking. Su puntaje se ha reducido y ha permitido que Ecuador, con su mejora, lo sobrepase en esta estimación, separándose del grupo que viene detrás.
Países con un nivel menos aceptable
A continuación se observa un grupo de tres países, situados un “peldaño” más abajo, compuesto por República Dominicana y El Salvador, separados también entre sí por escaso puntaje. Se observa un estancamiento marcado de la situación de El Salvador.
En estos casos ya es necesario hablar de niveles de competitividad país menos aceptables, con falencias importantes en algunos aspectos.
En el grupo siguiente aparecen países que ya observan algunos “retrasos competitivos” más marcados derivados de “problemas de inseguridad, inestabilidad macroeconómica, aspectos institucionales e infraestructura“: Honduras, Guatemala, Nicaragua y Bolivia. Honduras bajó 1.8 puntos en relación al 2021.
También en este caso las distancias entre los puntajes son pequeñas y las posiciones pueden variar en el futuro ante cambios en variables puntuales.
En este grupo debe destacarse el caso de Bolivia, que se ha integrado recientemente al mismo y ha logrado mantener su puntaje durante el año de pandemia.
Finalmente, en el último grupo, con problemas graves de inestabilidad macroeconómica y problemas institucionales aparece Venezuela.
El país de la costa norte de América del Sur, ha vuelto a tener retroceso en su puntaje, que la alejan del resto y la mantienen en posiciones de fuerte rezago en materia de competitividad y con escasas posibilidades de recuperación en el corto plazo.