Goldman Sachs elevó su perspectiva para los precios del oro a 3.700 dólares la onza, afirmando que las crecientes preocupaciones sobre la economía estadounidense, en medio de una escalada en la guerra comercial entre EE.UU. y China, hacen que el metal precioso parezca más atractivo como cobertura contra la recesión.
Goldman Sachs aumentó su objetivo de precio del oro a 3.700 dólares/onza para finales de 2025, siendo esta su tercera alza de este año. El banco de inversión había incrementado en marzo su objetivo de precio del oro para 2025 a 3.300 dólares/onza.
Goldman Sachs advirtió que, en un caso de riesgo extremo, el oro podría alcanzar hasta 4.500 dólares/onza para finales de 2025.
El banco de inversión señaló en una nota fechada el viernes que estaba cubriéndose contra los mayores riesgos de una recesión estadounidense con oro, destacando que tanto los fondos cotizados en bolsa como la demanda física de lingotes habían aumentado en las últimas semanas.
Esto ocurrió mientras Estados Unidos se involucraba en una guerra comercial con China que escaló rápidamente durante la semana pasada. EE UU aumentó sus aranceles sobre las importaciones chinas hasta un acumulado del 145%, provocando una fuerte reprimenda de Pekín, así como aranceles chinos sobre productos estadounidenses de hasta el 125%.
El presidente de EE UU, Donald Trump, también esbozó planes para imponer aranceles “recíprocos” elevados contra los principales socios comerciales, aunque pospuso su imposición por 90 días. Sin embargo, Trump impuso un arancel universal del 10%, y también dijo que pronto llegarían aranceles específicos sobre productos electrónicos y farmacéuticos.
La escalada en la guerra comercial entre EE.UU. y China provocó que el oro alcanzara máximos históricos de 3.245,69 dólares/onza la semana pasada, manteniéndose alta la demanda física y de ETF del metal precioso.
Se observó que varios importantes bancos centrales globales, especialmente en Asia, aumentaron sus compras de oro en los últimos meses. Esto también ocurrió en medio de crecientes preocupaciones sobre una recesión en EE UU, especialmente ante la incertidumbre económica bajo el mandato de Trump.