Tal como el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su evaluación de abril, los analistas de Bank of America (BofA)) recortaron su pronóstico del producto interno bruto anual para China, afirmando que el país enfrenta importantes obstáculos debido a una amarga guerra comercial con Estados Unidos.
BofA redujo su pronóstico del PIB de China al 4% en 2025 desde el 4,5%, quedando aún más por debajo del objetivo anual del 5% establecido por el gobierno.
El banco de inversión prevé que el mayor impacto del shock arancelario llegará en el segundo trimestre, que podría ver una contracción del PIB del 1,8% respecto al trimestre anterior. La economía de China creció más de lo esperado en el primer trimestre, pero se espera que este rendimiento superior se vea compensado en gran medida por un rendimiento inferior en los próximos tres trimestres.
BofA también recortó el pronóstico del PIB de China para 2026 al 4,2%.
La perspectiva más débil se debe en gran parte a una amarga guerra comercial entre EE.UU. y China, después de que el presidente de EE UU, Donald Trump, impusiera a China aranceles comerciales del 145%. China respondió con un arancel del 125% contra Estados Unidos.
Se espera que los aranceles estadounidenses reduzcan considerablemente las exportaciones de China, que son un importante motor del PIB.
Sin embargo, BofA señaló que el conflicto comercial podría empujar a China a volver hacia una política monetaria centrada en el crecimiento, mientras que Pekín también podría verse obligado a abrirse más al comercio e inversión con el resto del mundo.
También se espera que China implemente más medidas de estímulo, y podría anunciar incluso más medidas para impulsar el consumo de los hogares. BofA indicó que su pronóstico revisado a la baja reflejaba medidas de estímulo adicionales.
Pero BofA también advirtió que si Pekín implementara estímulos “un poco tarde”, el crecimiento podría empeorar aún más para el cuarto trimestre de 2025.