Cuatro factores de toda la economía (gobernanza, educación, infraestructura y política comercial) se relacionan estrechamente con exportaciones más variadas y complejas entre países
Como el mayor productor de cobre del mundo, los envíos de este metal de Chile cubren alrededor de un tercio de la demanda mundial y representan aproximadamente la mitad de sus exportaciones de bienes.
Pero más allá del dominio de la minería, los flujos comerciales de Chile son más variados y complejos de lo que parecen, con importantes exportaciones de vehículos, productos farmacéuticos y equipos de telecomunicaciones. Y según un documento reciente del personal técnico del FMI , la economía andina se encuentra entre las que brillan como modelo a seguir para las políticas de diversificación.
El nuevo enfoque para explicar la diversificación subraya la necesidad de acortar eficazmente la distancia geográfica mejorando la conectividad entre las naciones.
Al mirar más allá de los productos básicos, la investigación muestra que las políticas de toda la economía, como la gobernanza y la educación, ayudan a fomentar las exportaciones diversas más que las políticas industriales con objetivos específicos, un hallazgo que puede orientar mejor a las naciones que aspiran a expandir su comercio internacional.
El examen de 201 países y territorios va más allá de los índices de complejidad económica que tradicionalmente han utilizado los economistas. Esos sustitutos de la capacidad productiva de un sistema económico dado tienen una gran sensibilidad a los productos básicos, lo que puede distorsionar su precisión.
Para una lectura más matizada, la investigación del personal propone nuevas formas de medir la diversidad y complejidad de las exportaciones nacionales y sugiere cómo las políticas económicas pueden fomentar tal variedad.
Los economistas llaman a estas políticas horizontales porque se aplican ampliamente en un país en lugar de apuntar a sectores individuales. El enfoque también evalúa la proximidad geográfica de una economía a los socios comerciales y cómo afecta a las exportaciones, excluidas las materias primas como los metales o el petróleo.
Esta lente ofrece lecciones a los formuladores de políticas sobre cómo pueden respaldar mejor un comercio más multifacético, un objetivo común en las economías emergentes y en desarrollo porque está asociado con una producción económica menos volátil y una expansión más rápida a largo plazo.
Cuatro factores clave
La metodología muestra un vínculo claro entre las exportaciones de productos no básicos que ayudan a la diversificación y la complejidad y cuatro variables de toda la economía que ayudan a respaldarlas: gobernanza, educación, infraestructura y comercio abierto. Mejorar esas áreas ayuda a diversificar al crear condiciones que permiten impulsar exportaciones complejas o de mayor valor agregado.
Esto es significativo porque demostrar cómo las políticas de toda la economía explican la diversificación desafía la creencia de que las políticas industriales, destinadas a apoyar industrias específicas, ofrecen la mejor manera de ampliar el comercio.
El análisis muestra que, a excepción de las abundantes reservas de cobre, el perfil económico de Chile, sorprendentemente, se parece al de Malasia. La nación asiática tiene una educación e instituciones igualmente sólidas, pero se beneficia de estar mucho más cerca de los principales centros de la cadena de suministro global de China, Japón y Corea.
Importantes exportadores asiáticos y europeos, desde Hong Kong y Singapur hasta Irlanda y Dinamarca, tienen entre los envíos más diversos y complejos y las políticas horizontales más sólidas.
Las buenas políticas pueden marcar una gran diferencia
Para los gobiernos que aspiran a flujos comerciales más variados, el nuevo enfoque para explicar la diversificación subraya la necesidad de acortar eficazmente la distancia geográfica mejorando la conectividad entre las naciones. Una mejor logística de transporte, en los puertos marítimos, por ejemplo, acorta efectivamente la distancia al reducir los tiempos de tránsito de las mercancías.
Otras políticas útiles incluyen la reducción de las barreras de las políticas comerciales, la mejora de la facilitación del comercio, el fomento de la difusión de la tecnología a través de programas de intercambio educativo y la inversión en tecnologías de la comunicación como la banda ancha que apoyan la economía digital.
El fortalecimiento de las políticas horizontales puede parecer un desafío, especialmente para los países con ingresos más bajos. Sin embargo, varios países tienen políticas mucho más estrictas de lo esperado para sus niveles de ingresos, incluido Ruanda para la gobernanza; Georgia y Ucrania por logros educativos; Malasia para infraestructura; y Mauricio y Perú para aranceles. Estas economías pueden ser modelos a seguir.
Sin duda, eso no niega la eficacia potencial de un apoyo más específico para sectores individuales. Sin embargo, las palancas de la política industrial pueden ser menos efectivas o incluso dañinas. Los posibles inconvenientes incluyen la disminución de la capacidad fiscal, una carrera a la baja en los impuestos y un multilateralismo erosionado. Además, no hay evidencia estadística entre países de su efectividad.
En cambio, las estrategias de diversificación basadas en políticas y conectividad más amplias son menos controvertidas y apoyan más la diversificación y la complejidad de las exportaciones.