En el caso de Latinoamérica y el Caribe la proyección es de 4,4%
El Banco Mundial prevé que los flujos de remesas hacia los países de ingresos bajos y medianos se reducirán al 2,4% en 2024, luego del 3,8% preliminar logrado en 2023, reflejando principalmente la desaceleración del crecimiento económico en varios países de ingreso alto.
Los riesgos para las perspectivas se inclinan hacia la baja, ya que podría producirse un mayor deterioro debido al aumento de la volatilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio, además de una desaceleración económica más profunda de lo previsto en los principales países de ingreso alto.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe la proyección es de 4,4%, menor al 8% que crecía en 2023.
“Preocupa el riesgo de disminución de los ingresos reales de los migrantes en 2024 ante la inflación mundial y las escasas perspectivas de crecimiento”, según la última reseña sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.
Se calcula que la llegada de remesas a América Latina y el Caribe aumentó un 8% en 2023 y alcanzó los $156.000 millones. La fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos repercutió positivamente en los flujos de remesas. Se prevé que las remesas hacia México, el mayor receptor de la región, aumenten un 9,7%.
El crecimiento de las remesas se estimó en un 45% en Nicaragua, un 9% en Guatemala y un 7,5% en Colombia. El costo promedio de enviar 200 dólares la región fue del 6,1% en el segundo trimestre de 2023. Se prevé que el crecimiento de las remesas de la región se desacelerará en un 4,4 % en 2024.
En Honduras en 2023, las remesas superaron los $9.177 millones y el informe no predice ninguna disminución significativa para este 2024.
Después de alcanzar cifras récord en los últimos dos años, las remesas crecieron a un ritmo más lento en 2023. En el último registro del Banco Central, al 25 de enero, se registraba una caída de 1,9% en el ingreso de remesas.