Fitch afirma calificaciones de riesgo de Banco Atlántida e Invatlán, pero mantiene Perspectiva Negativa a largo plazo

La Perspectiva Negativa se revisaría a Estable si la métrica de capital base revierte su tendencia

Los bonos sénior garantizados de $150 millones y $300 millones tienen notas de ‘B’ y ‘RR4’

Las inversiones y operaciones de Banco Atlántida, uno de los líderes en el sistema financiero hondureño, fue analizado por la calificadora de riesgo Fitch Ratings que afirmó las clasificaciones internacionales de riesgo de emisor (IDR; issuer default rating) de largo plazo de Banco Atlántida en ‘B+’ y las de corto plazo en ‘B’.

También afirmó la clasificación de viabilidad (VR; viability rating) de Atlántida en ‘b+’ y sus clasificaciones nacionales de largo y corto plazo en ‘A+(hnd)’ y ‘F1(hnd)’, respectivamente.

Sin embargo, “La Perspectiva de las clasificaciones de largo plazo es Negativa (quiere decir que podría bajar a futuro)”. Esta perspectiva se mantiene así desde inicios del año.

Además, Fitch afirmó las clasificaciones en escala nacional de largo plazo de las notas sénior no garantizadas Bonos Bancatlán 2016 y Bonos Bancatlán 2018 de Atlántida en ‘A+(hnd)’.

La agencia también afirmó las notas de largo y corto plazo de Inversiones Atlántida, S.A. y Subsidiarias (Invatlán) en ‘B’ y ‘B’ respectivamente. La Perspectiva de la clasificación es Negativa.

Al mismo las clasificaciones de largo plazo de los bonos sénior garantizados de $150 millones y de $300 millones en ‘B’ y ‘RR4’ (recuperación promedio en caso de incumplimiento). Las notas sénior garantizadas de USD150 millones se pagarán por adelantado en su totalidad el 28 de julio de 2021 con fondos de la emisión más reciente.

Las clasificaciones en escala nacional de largo y corto plazo de la subsidiaria de Invatlán, Leasing Atlántida, S.A., fueron afirmadas en ‘A(hnd)’ y ‘F1(hnd)’. La clasificación nacional de largo plazo tiene una Perspectiva Negativa.

La Perspectiva Negativa de largo plazo de la IDR de Invatlán refleja la Perspectiva Negativa de Atlántida, que es la subsidiaria principal de Invatlán.

Las razones de la clasificación

Las clasificaciones de riesgo internacional y nacionales del banco se basan en su calidad crediticia intrínseca, como se refleja en su viabilidad de ‘b+’.

“Las clasificaciones de Atlántida continúan muy influenciadas por la evaluación de Fitch del entorno operativo hondureño de ‘b’ con tendencia negativa; reflejan los riesgos a la baja que prevalecen a pesar de una mejora económica leve que empezó a ganar tracción en el segundo trimestre de 2021”, explican los analistas de Fitch.

“La Perspectiva Negativa en el IDR y clasificación en escala nacional de Atlántida reflejan el ritmo lento de la recuperación económica, así como la incertidumbre sociopolítica que puede afectar el desempeño financiero de los bancos, así como las presiones crecientes sobre la capitalización débil del banco, lo cual es un factor de importancia alta en la clasificación”, agrega la firma.

Las calificaciones también están influenciadas altamente por el perfil de compañía de Atlántida, que cuenta con una franquicia local líder y un modelo de negocio consolidado que le permite gestionar cierta flexibilidad financiera en periodos volátiles. “A marzo de 2021 (1T21), Atlántida era el banco más grande de Honduras tanto en cartera crediticia como en depósitos, con una participación aproximada al 20% en cada uno”.

La capitalización del banco es el factor más débil en la evaluación de su perfil financiero. El índice de capital base según Fitch a activos ponderados por riesgo (APR) del banco disminuyó a 9.1% en marzo de 2021, refleja un incremento en la exposición potencial a deterioros en la calidad de activos no esperados.

Por su parte, el indicador de solvencia regulatorio se acerca al 12.8% (mínimo: 11%).

La calidad de los activos de Atlántida continuó bajo presión debido a que el entorno operativo presento una dinámica desfavorable derivada de la pandemia. A marzo de 2021, el índice de préstamos con mora mayor a 90 días de Atlántida aumentó a 2.8%, comparando por encima del promedio de los últimos cuatro años fiscales (2.4%) y por debajo de algunos pares regionales.

Otros factores analizados son la cobertura de reservas, concentración alta de deudores, la rentabilidad y fondeo.

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