Fitch advierte que América Latina tiene altas perspectivas negativas sobre su calificación soberana

Fitch Ratings estima que El Salvador no podrá pagar deuda

El contexto político, la guerra comercial, la disminución de la inversión extranjera, los múltiples préstamos estatales y los bajos flujos mundiales de capital, entre otros factores, afectaron las calificaciones soberanas publicadas por Fitch Ratings.

Al ponderar los resultados de seguimiento, Fitch Ratings señaló que la perspectiva de calificación es estable, con cerca de 75% de los soberanos en este rango. En cuanto a las perspectivas por región, la calificadora ve con preocupación a América Latina, pues en esta zona hay una alta tasa de perspectivas negativas.

Es importante anotar en este punto la convulsión que vive la región latinoamericana, donde las protestas en Chile completan 49 días y la calificadora ya advirtió una posible recesión técnica en los próximos dos semestres.

Además, Argentina vive una crisis económica fuerte, Venezuela una hiperinflación y Colombia un paro nacional que aún no se sabe en qué pueda concluir, solo por nombrar algunos ejemplos.

En el caso de Asia emergente no tiene perspectivas negativas, mientras que es probable que la calificación al alza en los últimos años de los países emergentes de Europa se desacelere. Para Oriente Medio y África,

Fitch explicó que “tienen perspectivas más negativas que positivas, pero por un margen menor que en cualquier otro momento desde 2014”. Las perspectivas en los mercados desarrollados se dividen en partes iguales, anotaron.

Respecto a las calificaciones soberanas, explicaron que por primera vez, desde 2011, ven probable una expansión de la categoría AAA, entendiendo que Austria y Finlandia han estado en perspectiva positiva (AA+) desde 2018. Lo anterior los ubicaría como “los primeros soberanos calificados por Fitch para recuperar su Calificación de AAA”, explicaron.

Dentro de las conclusiones a las que llegó este nuevo estudio, la calificadora de riesgo prevé que la flexibilización monetaria generalizada en 2019 sea seguida por diversos grados de flexibilización fiscal en 2020. Lo anterior como respuesta a la incertidumbre generalizada a nivel mundial respecto a lo que pueda ocurrir con la guerra comercial, un crecimiento económico lento y las bajas tasas de interés.

James McCormack, Director Gerente y Jefe de Soberanos de Fitch Ratings, señaló que “la mayor demanda de desigualdades de ingresos que se abordarán junto con un mayor gasto en temas ambientales y otros asuntos sociales también pueden tener implicaciones en las finanzas públicas”.

Artículo anteriorCuestionan que el Presupuesto de 2020 es “excesivo” y con prioridades incorrectas
Artículo siguienteYa es Ley la exoneración de pago de 15% de ISV por consumo de energía