tras la pausa en el conflicto bélico entre Israel y Hamas, El ejército israelí ya lanza intensos ataques en la franja sur de Gaza. La Casa Blanca había expresado sus temores y pidió mesura por el posible elevado número de víctimas y de desplazados y este fin de semana se ha reforzado esa llamada de forma rotunda a la vista de la campaña militar.
Tanto la vicepresidenta, Kamala Harris, como el secretario de Defensa, Lloyd Austin III, urgieron a proteger a los civiles. De lo contrario, esta situación resulta insostenible, difícil de justificar ante buena parte de la sociedad estadounidense.
Advertencia pública a Netanyahu
“Se están matando a demasiados palestinos inocentes”, señaló Harris en la rueda de presa antes de abandonar Dubai, donde asistió a la cumbre climática. “Mientras Israel se defiende, importa cómo lo hace”, subrayó. En esta misma línea se expresó el jefe del Pentágono, que lanzó una severa advertencia pública al primer ministro, Beniamin Netanyahu.
“El Gobierno de Israel afronta riesgos de derrota estratégica si no da más protección a los civiles”, señaló Austin en un foro celebrado en Simi Valley, en California, después del paréntesis de siete días para intercambiar rehenes y presos.
Aludía a la operatividad de Israel. “El centro de gravedad es la población civil, y si tu la llevas a los brazos del enemigo, reemplazas una victoria táctica con una derrota estratégica”, dijo.
Señaló, además, que el mismo había recomendado a los líderes israelíes evitar la matanza de civiles, en previsión de la violencia en los asentamientos de Cisjordania. “Continuaremos presionando a Israel para la protección de los civiles y asegurar un flujo fuerte de ayuda humanitaria”, señaló.
Su reflexión es produjo en un momento en que cada vez más se escuchan voces críticas sobre la carta blanca que la administración del presidente Joe Biden dio a Israel en la primera etapa de operaciones. En Washington hay mucha preocupación ante la nueva campaña militar en Gaza, porque si se repite en el sur lo ocurrido en el norte las consecuencias humanitarias serían insostenibles, además de un gran desgate social.
Sin exigir un alto el fuego
Biden, que se niega a solicitar un alto el fuego, ha visto como buena parte del Partido Demócrata, con el ex presidente Barack Obama a la cabeza, se ha puesto en contra. Entre su propio personal, e incluso en la CIA, se escriben cartas de queja.
Y líderes musulmanes americanos en varios estados decisivos desde el punto de vista electoral se reunieron en Michigan para expresar su queja y pidiendo no votar a Biden en el 2024.
En este contexto, se han producido las declaraciones de este fin de semana. La vicepresidenta Harris subrayó que EU.UU. se opone “ferozmente” a la recolocación de los residentes en Gaza fuera de la franja una vez que se han reanudado las operaciones.
En este sentido, hubo voces este domingo que alertaron una vez más de una posible escalada bélica en la zona, después de que el Pentágono confirmara que un destructor estadounidense y varios barcos comerciales que operaban en el mar Rojo estuvieron bajo el fuego de drones y misiles balísticos.
El ataque los lanzaron desde Yemen los rebeldes hutíes, según su reivindicación, por considerar que esos barcos ayudan a Israel. El mando estadounidense explicó que el USS Carney neutralizó este domingo un dron cuando se dirigía en su dirección. Casi en paralelo, un carguero de bandera de Bahamas fue atacado por un misil que cayó cerca de su casco, indicó un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Mientras el Carney observaba posibles daño en el carguero, destruyeron un dron que iba hacia ese buque.
Esta es la tercera vez que el Carney sufre un ataque desde la agresión de Hamas a Israel el pasado 7 de octubre. Muchos ven detrás la mano de Irán.
