En el contexto de la actual crisis económica, los bancos centrales del mundo, incluido el hondureño, han inyectado liquidez a la economía de manera mucho más abundante de lo habitual. Sin embargo, esto podría acelerar el aumento de los precios y una pérdida del poder adquisitivo de la población.
Este año, específicamente en junio, el nivel de dinero en circulación mostró un crecimiento importante. La emisión monetario cerró en 50.609 millones de lempiras, 4.905 millones de más (10,7%) en relación a junio de 2020 (45.704 millones), según datos del Banco Central de Honduras.
Hay que destacar que en mayo la emisión monetaria fue de 48.936 millones de lempiras, es decir que en junio tuvo un aumentó de 1.673 millones, un 3,4%.
La mayor parte de la emisión está en billetes de distintas denominaciones que suman 50.256 millones, además de 353.2 millones en monedas de uno, dos, cinco, 10, 20 y 50 centavos.
Este año se emitirán billetes de 200 lempiras, después de una licitación de 50 millones de billetes, que representan un valor de 10.000 millones de lempiras. Está emisión será gradual y llevaría al retiro de billetes de otra denominación,
¿Qué es la emisión monetaria? Se entiende como emisión monetaria la totalidad de dinero emitido por un banco central. Esta incluye tanto el dinero en efectivo (dinero físico compuesto por billetes y monedas) como el dinero bancario (las anotaciones digitales como los depósitos bancarios). En el caso del BCH se concentra en la de billetes y monedas.
La principal finalidad de la emisión es inyectar liquidez en una economía para que ésta se pueda utilizar en las operaciones comerciales.
Con la emisión de dinero, se trata de garantizar sus tres usos: unidad de cuenta (determinar el precio de cada cosa), medio de cambio (para pagos y cobros) y depósito de valor (teniendo las monedas y billetes valor en sí mismos).
Según los analistas económicos, la emisión monetaria debe responder a ¿l respaldo que tenga el Banco Central y la demanda de la economía, ya que más dinero en el mercado puede tener un efecto sobre los precios de los bienes y servicios.
Otro de los factores negativos es que en una economía con una inflación moderada como la hondureña (4 a 5% anual) permite financiar una parte del déficit público y devalúa la deuda del Estado, a cambio de actuar como un impuesto sobre el ahorro de los contribuyentes.
A esto hay que sumar el hecho de que muchos economistas consideran que la inflación puede estimular la economía, y así podemos entender por qué crear inflación es un recurso tan utilizado por los gobiernos en tiempos de crisis.