El sector manufacturero de EEUU ha frenado en julio y se ha contraído por quinto mes consecutivo, como muestra el índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM), que se ha situado en 48 puntos, desde los 49 del mes anterior. El dato ha sido inferior a lo anticipado por el consenso, que había previsto 49,5 puntos.
Timothy R. Fiore, presidente del Comité de Encuesta de Empresas del ISM, ha destacado que “la actividad manufacturera estadounidense se contrajo a un ritmo más acelerado, siendo las caídas en los índices de entregas a proveedores y empleo los principales factores que contribuyeron a la pérdida de 1 punto porcentual del PMI”.
“En cuanto a la producción, el Índice de producción aumentó mes a mes, adentrándose aún más en la expansión; sin embargo, el índice de empleo se contrajo aún más, ya que los panelistas indicaron que la gestión del número de empleados sigue siendo la norma en sus empresas, a diferencia de la contratación. Los indicadores mixtos de producción sugieren que las empresas siguen siendo cautelosas en la contratación, incluso con un aumento de la producción”, ha detallado.
En julio, el índice de nuevos pedidos se ha mantenido en territorio de contracción, a pesar de aumentar hasta 47,1 puntos, por encima de los 46,4 de junio. La lectura del índice de producción ha alcanzado los 51,4 puntos, superior a la cifra del mes anterior de 50,3.
Asimismo, el índice de precios ha marcado 64,8 puntos, lo que representa una caída en comparación con la lectura de 69,7 de junio. El índice de cartera de pedidos ha cedido hasta 46,8 unidades, desde las 44,3 previas. El índice de empleo ha caído hasta 43,4 puntos, frente a los 45 anteriores.
PMI de S&P Gloobal
Este viernes también se ha publicado el índice PMI que elabora para el sector S&P Global y que ha caído hasta 49,8 puntos, desde los 52,9 previos.
La agencia explica que “las condiciones operativas en el sector manufacturero estadounidense empeoraron ligeramente en julio, debido al estancamiento de la demanda y a la incertidumbre arancelaria que siguió dominando el panorama manufacturero”.
Se informó de una caída en las ventas internacionales y la incertidumbre sobre las políticas del gobierno federal lastró la confianza. En consecuencia, el empleo disminuyó, mientras que el control de inventarios también contribuyó al deterioro del panorama manufacturero, ya que las empresas redujeron sus existencias al disiparse los esfuerzos previos para adelantarse a los aranceles.
Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P, destaca que “en julio se produjo el primer deterioro de las condiciones operativas del sector manufacturero desde diciembre pasado, ya que la preocupación por los aranceles siguió dominando el entorno empresarial”.